Pese a tener una investigación en su contra por la Fiscalía General de la República (FGR), Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), aseguró este viernes “dormir tranquilo” tras la muerte de 40 personas en un centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, ocurrido el pasado 27 de marzo.
Y es que durante una entrevista con durante su visita al archivo del Instituto, el funcionario argumentó que la noche de la tragedia él estaba a mil 800 kilómetros de distancia, por lo que no piensa en renunciar a su puesto.
“Si, yo estaba a 1,800 kilómetros de distancia del suceso, no podía llegar en tres minutos conflagración que provocaron con dolo dos venezolanos y empleados del instituto irresponsablemente no localizaron la llave”
Además, señaló que el INM cuenta con estructura orgánica, responsabilidades y mandos, por lo que es imposible que él esté en todas las estancias y oficinas de la dependencia.
Respecto a la posibilidad de dejar la titularidad del INM para agilizar la investigación que realiza la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de ejercicio indebido del servicio público, Garduño mencionó que las autoridades han priorizado la presunción de inocencia.
“El Juez fue quien ordenó que no me podían revocar el cargo porque hay presunción de inocencia, pero algunas gentes ya me acusaron, me procesaron, me condenaron”, destacó.
Además, reiteró que confía en el trabajo que están llevando los jueces en su proceso, por lo que respeta los tiempos de la investigación.
Sobre el posible apoyo que le pudiera brindar el presidente Andrés Manuel López Obrador para sortear de mejor manera su proceso judicial, el comisionado dijo que en esta administración no se utilizan las amistades para cuestiones judiciales o de trabajo.
“No conozco yo las decisiones del Presidente y aquí no hay amistades porque es trabajo y yo soy un empleado del Ejecutivo”, sostuvo.