Fuga de azufre en la refinería de Tula: evacuación de trabajadores y control de la situación

Este jueves al mediodía, una fuga de azufre en la refinería Miguel Hidalgo de Tula de Allende provocó la evacuación de decenas de trabajadores. La emergencia se originó alrededor de las 11:00 horas en la planta Catalítica 1, debido a una falla en el suministro eléctrico que causó la acumulación y posterior liberación de una densa nube amarilla de dióxido de azufre (SO₂).

 

El gobierno de Atitalaquia, uno de los municipios más afectados por la contaminación industrial, informó que la situación está bajo control y que la descarga de humo se está gestionando dentro de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex). Además, señaló que los vientos predominantes hacia el sur han ayudado a disipar la nube. Por su parte, el municipio vecino de Tlaxcoapan también descartó riesgos, aunque Protección Civil se mantiene alerta para garantizar la seguridad de la ciudadanía.

 

A pesar de las garantías oficiales, tanto trabajadores como habitantes de las zonas cercanas reportaron molestias en ojos y garganta, así como náuseas y vómitos. Estos síntomas son consistentes con la exposición al dióxido de azufre, un gas irritante y tóxico que puede afectar las mucosas y el sistema respiratorio, provocando ataques de tos y, en altas concentraciones, bronquitis y congestión en personas asmáticas.

 

Horas después de la fuga, alrededor de las 13:00 horas, habitantes de las comunidades de El Llano, Arboledas y San Pedro Alpuyeca reportaron una presunta explosión dentro del complejo. Trabajadores de la refinería explicaron que la falta de energía eléctrica provocó fallas en el turbogenerador, lo que llevó a desfogar los quemadores, generando una explosión y la emisión de grandes columnas de humo. Sin embargo, aseguraron que no hay riesgo para la población. Para las 13:40 horas, las columnas de humo negro y las llamas habían desaparecido por completo.

 

Aunque las autoridades han declarado que la situación está controlada y que no representa un riesgo para la población, es fundamental que se realicen monitoreos continuos de la calidad del aire y se brinde atención médica a quienes presenten síntomas tras la exposición al dióxido de azufre. La transparencia en la información y la pronta respuesta de las autoridades son esenciales para garantizar la seguridad y tranquilidad de las comunidades cercanas a la refinería.

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