La controversia estalló en Puerto Rico cuando el ícono del reguetón, Bad Bunny, lanzó una serie de contundentes tuits y vallas publicitarias dirigidas contra el gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP). En sus publicaciones, el cantante no se cortó al afirmar que «quien vota PNP no ama a Puerto Rico», una declaración que ha encendido el debate político en la isla, que se prepara para sus elecciones generales el 5 de noviembre.
El PNP, visiblemente incómodo por las críticas del artista, presentó una querella ante la Oficina del Contralor Electoral contra la empresa de vallas publicitarias bMedia Group. El partido argumenta que las vallas, que no identifican a sus financiadores, infringen la Ley 222-2011, que regula la transparencia en la promoción de anuncios electorales. En su comunicado, el PNP acusó a Bad Bunny de usar su influencia para difundir «anuncios fantasmas», lo que, según ellos, afecta la integridad del proceso electoral.
Bad Bunny, por su parte, no se quedó callado. En su cuenta oficial de X (anteriormente Twitter), expresó su indignación: «El PNP utilizando su poder para tratar de callarme. ¿Qué está pasando con la democracia?». Además, el artista se autodenominó en uno de los anuncios como «un puertorriqueño que ama a Puerto Rico», lo que resuena profundamente con sus seguidores.
EL PNP UTILIZANDO SU PODER PARA TRATAR DE CALLARME.
¿QUE ESTÁ PASANDO CON LA DEMOCRACIA?
— Benito Antonio (@sanbenito) September 24, 2024
Los mensajes de las vallas son directos y provocativos: «Votar PNP es votar por la corrupción» y «Votar por PNP es votar por LUMA», refiriéndose a la compañía eléctrica que ha sido objeto de críticas por los continuos apagones en la isla. Bad Bunny ha prometido que «la protesta más grande» ocurrirá el día de las elecciones, destacando su compromiso con una participación activa en la política de su país.
La tensión entre Bad Bunny y el PNP refleja una lucha más amplia en Puerto Rico por la expresión democrática y la rendición de cuentas. A medida que se acercan las elecciones, la controversia pone de manifiesto cómo la música y la política se entrelazan, y cómo las voces de los artistas pueden influir en el panorama político. La pregunta sigue en el aire: ¿qué impacto tendrán las palabras de Bad Bunny en las urnas este noviembre?