Durante años, se ha creído que bastan 21 días para formar un hábito. Esta idea, popularizada en libros de autoayuda y discursos motivacionales, ha sido cuestionada por un reciente estudio publicado en la revista Healthcare.
Investigadores australianos analizaron datos de más de 2,600 personas y concluyeron que convertir una nueva rutina en un acto automático puede tardar entre dos y cinco meses, e incluso hasta un año, dependiendo de diversos factores, informó Vanity Fair.
¿Cuánto tiempo toma realmente formar un hábito?
El estudio revisó 20 investigaciones previas sobre la adopción de hábitos saludables y encontró que no hay un tiempo estándar para que una acción se vuelva automática.
Factores como la hora del día, la complejidad de la acción y la motivación personal influyen en la consolidación de un hábito. Por ejemplo:
- Los hábitos matutinos se consolidan más fácilmente, ya que las mañanas tienen menos distracciones y una mayor energía mental.
- Las rutinas elegidas voluntariamente se integran con más rapidez que aquellas impuestas.
- Las acciones simples con un estímulo claro, como beber agua al despertar, se automatizan más rápido que las más complejas, como seguir una rutina de ejercicio constante.
La clave: repetición y contexto
Los científicos comparan la consolidación de hábitos con aprender a conducir: al inicio requiere esfuerzo consciente, pero con la repetición se vuelve automático. Este proceso se divide en tres fases:
- Decisión inicial: la persona elige incorporar una nueva práctica.
- Repetición constante: la acción debe realizarse de manera frecuente para fortalecer las conexiones cerebrales.
- Automatización: el hábito se ejecuta sin esfuerzo consciente.
Además, el contexto juega un papel clave en la consolidación de hábitos. Acciones que se asocian a un entorno estable, como cepillarse los dientes después de comer, se vuelven automáticas con mayor facilidad.
Asimismo, los hábitos que ofrecen una recompensa inmediata, como la sensación de frescura al usar hilo dental, tienden a fijarse más rápido que aquellos con beneficios a largo plazo, como hacer ejercicio para mejorar la salud.
¿Cómo lograr que un hábito se mantenga?
El investigador Ben Singh, uno de los autores del estudio, recomienda tres estrategias clave para facilitar la consolidación de hábitos:
- Preparar el entorno: por ejemplo, dejar la ropa deportiva lista la noche anterior para hacer ejercicio por la mañana.
- Evitar expectativas irreales: enfocarse en la constancia en lugar de esperar resultados inmediatos.
- Superar la barrera de las tres semanas: aunque 21 días no son suficientes, este período inicial es crucial para no abandonar la práctica.
Un cambio de mentalidad sobre los hábitos
Los hallazgos del estudio desmienten el mito de los 21 días y muestran que la formación de hábitos es un proceso prolongado y variable. Aunque las primeras semanas son esenciales, la repetición constante y la motivación son claves para que una nueva práctica se integre en la vida diaria.
En lugar de esperar cambios inmediatos, los expertos aconsejan enfocarse en la perseverancia y en estrategias que faciliten la adopción de hábitos a largo plazo.