CDMX a 18 de julio, 2024.- Fitch Ratings ha ratificado la alta calificación crediticia del Gobierno del Estado de México, liderado por Delfina Gómez, otorgando una calificación de largo plazo en escala nacional de ‘AA+(mex)’ y una calificación internacional de ‘BBB-‘. Este reconocimiento refleja la estabilidad y sostenibilidad de la estructura económica y el control de la deuda pública en la entidad.
La secretaria de Finanzas del Estado de México, Paulina Moreno García, destacó que la administración de Delfina Gómez ha logrado mantener finanzas sólidas mediante el fortalecimiento de los ingresos propios, una recaudación positiva, un presupuesto histórico sin deuda pública y una política de austeridad. «El dinamismo favorable en la recaudación, el control del gasto operativo y un manejo sostenible de la deuda son pilares fundamentales de nuestra estrategia financiera», señaló Moreno García.
Fitch Ratings reconoció los esfuerzos del Gobierno de Delfina Gómez en la implementación de inteligencia fiscal, uso de tecnología y acuerdos de colaboración con los municipios para mejorar la recolección de impuestos y derechos. La entidad ha demostrado un historial favorable de control presupuestal y aplicación del gasto, generando un balance operativo adecuado.
La calificadora destacó la capacidad del Estado de México para ajustar el gasto público de manera flexible, manteniendo un desempeño presupuestal equilibrado. Esto ha permitido inversiones en infraestructura, gestión del agua, seguridad en el transporte público, alternativas de movilidad sustentables, salud y seguridad pública.
Uno de los proyectos más importantes es el desarrollo del polo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que beneficiará a los estados de Hidalgo, Ciudad de México y Estado de México.
Fitch Ratings evaluó que el Estado de México mantiene la deuda pública en condiciones favorables, con términos y condiciones adecuados en cuanto a plazo y tasa. La administración estatal ha implementado un sistema de subastas para fortalecer la liquidez y la entrada de productos financieros, lo que ha generado confianza en el buen desempeño operativo y la sostenibilidad de la deuda en los próximos cinco años.