En un reciente comunicado, Fitch Ratings confirmó la calificación de riesgo crediticio de México en “BBB-” con perspectiva estable, aunque señaló varios factores de riesgo que podrían impactar el perfil institucional y económico del país en los próximos meses.
La calificadora internacional destacó que la nota actual de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente y finanzas públicas estables. Sin embargo, también mencionó preocupaciones significativas, incluyendo la reforma judicial impulsada por el oficialismo y las elecciones presidenciales en Estados Unidos programadas para noviembre.
Según Fitch, las reformas al sistema judicial promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador podrían afectar negativamente el perfil institucional de México. Aunque aún es temprano para evaluar el impacto completo de estas modificaciones antes de su aprobación e implementación, la calificadora advirtió sobre las posibles repercusiones en la percepción de estabilidad jurídica y política del país.
La incertidumbre también rodea las expectativas sobre la próxima administración de Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia en octubre. Fitch subrayó la necesidad de reducir el déficit fiscal para mantener una trayectoria estable de deuda/PIB, pero expresó dudas sobre cómo y cuándo se logrará este objetivo bajo el nuevo gobierno.
Además, Fitch hizo hincapié en el riesgo potencial asociado con las elecciones estadounidenses. La calificadora mencionó la posibilidad de que el expresidente Donald Trump regrese al poder y la implicación de políticas como un arancel universal del 10% a todas las importaciones, lo cual podría afectar severamente a México, dado que el 80% de sus exportaciones tienen como destino Estados Unidos.
En este contexto, Fitch Ratings resaltó que las tensiones comerciales y migratorias seguirán siendo puntos de fricción entre ambos países, lo cual añade una capa adicional de incertidumbre para la economía mexicana.
En conclusión, aunque la calificadora mantiene a México en el grado de inversión, advierte sobre los riesgos derivados de factores tanto internos como externos que podrían influir significativamente en su estabilidad económica y financiera en los próximos meses.