La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ha iniciado una carpeta de investigación tras la muerte de 15 perros en la colonia Emiliano Zapata del municipio Asunción Nochixtlán. La investigación busca esclarecer las circunstancias detrás de este evento, que se sospecha podría estar relacionado con un envenenamiento.
El martes 13 de agosto, se reportó a través de redes sociales la muerte de los caninos, quienes aparentemente vivían en situación de calle. Los cuerpos de los perros fueron encontrados en diversos puntos de la localidad, lo que llevó a los vecinos a alertar a las autoridades locales.
El gobierno municipal, encabezado por Alfredo Feliciano, condenó enérgicamente el incidente. «No toleraremos que la vida animal sea tratada con tal desprecio», afirmó la administración en un comunicado. El hallazgo fue confirmado por personal del gobierno municipal y de la Dirección de Ecología y Medio Ambiente.
La FGEO ha abierto la carpeta de investigación 24880/NOCHIXTLÁN/2024, enfocada en determinar las responsabilidades por el delito de privación de la vida de un animal vertebrado y crueldad animal. A pesar de las entrevistas realizadas a los habitantes, aún no se han realizado detenciones y se desconoce el responsable o los motivos detrás del envenenamiento. Tampoco se ha identificado la sustancia utilizada.
En respuesta a este acto, el gobierno municipal ha instado a la ciudadanía a tomar responsabilidades más serias en el cuidado de sus mascotas. “¡No más indiferencia! La protección y el bienestar de nuestros animales es una responsabilidad colectiva”, señalaron las autoridades, subrayando la importancia de evitar que los perros vaguen sin supervisión.
El municipio ha lanzado diversas iniciativas para prevenir el maltrato animal, como campañas de esterilización, donación de alimentos a la Fundación Milagros, y sensibilización sobre el cuidado de los animales mediante pancartas y anuncios.
En junio, el Congreso de Oaxaca aprobó reformas al Código Penal estatal para endurecer las sanciones por maltrato animal, tipificando estos delitos como graves. Las penas incluyen de cinco a ocho años de prisión, dependiendo de la gravedad del maltrato y si resulta en la muerte del animal.