CDMX a 3 de octubre 2023.- El papel de Uriel Carmona como Fiscal de Morelos ha estado rodeado de polémica desde el comienzo. Según una reciente presentación de Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, Carmona ha protagonizado una serie de irregularidades desde el inicio de su gestión en 2018, levantando preocupaciones sobre la justicia y el estado de derecho en Morelos.
- Un nombramiento polémico: Carmona asumió el cargo de Fiscal de Morelos en febrero de 2018, tras ser designado por el entonces gobernador Graco Ramírez. Lo llamativo de su nombramiento es la duración, ya que fue previsto para un período de nueve años, algo inusual en puestos de tal magnitud.
- Exámenes de confianza en el limbo: De acuerdo con Alcalde, Carmona omite un requisito esencial para ocupar su puesto: los exámenes de control de confianza. Estos exámenes, indispensables para determinar la idoneidad de un fiscal estatal, no se llevaron a cabo hasta septiembre de 2021, tres años después de haber asumido su cargo. Peor aún, Carmona no logró pasarlos satisfactoriamente.
- Medidas para proteger a Carmona: Mientras Carmona enfrentaba la detención, el Congreso de Morelos, en un movimiento que ha suscitado críticas, aprobó rápidamente una reforma para evitar que se designara a un reemplazo permanente en su ausencia. Esta acción ha levantado sospechas de posibles acuerdos bajo la mesa y protecciones inusuales para el fiscal.
- Una red de complicidades: No sólo es el Congreso de Morelos quien parece tener conexiones preocupantes con Carmona. Alcalde también ha señalado que el Fiscal tiene un entramado de complicidades dentro del Poder Judicial federal y del mismo Congreso estatal.
La serie de acusaciones contra Carmona resalta la necesidad de transparencia y rectitud en los puestos de poder. Si las alegaciones resultan ser ciertas, Morelos podría estar enfrentando un escándalo judicial y político de grandes proporciones.