Por Bruno Cortés

En los últimos años, México ha sido testigo de una transformación significativa en su panorama financiero, impulsada por la irrupción de las fintech. Estas empresas, que fusionan tecnología y finanzas, han emergido como catalizadores clave para la inclusión financiera en el país.

Tradicionalmente, una parte considerable de la población mexicana ha permanecido al margen del sistema bancario formal. Sin embargo, las fintech han democratizado el acceso a servicios financieros, ofreciendo soluciones adaptadas a las necesidades de sectores previamente desatendidos. Según el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2023 de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), los créditos otorgados a personas físicas crecieron un 13% gracias a las tarjetas y préstamos proporcionados por estas empresas.

La Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, conocida como Ley Fintech, promulgada en 2018, ha sido fundamental en este avance. Esta legislación proporciona un marco regulatorio que otorga certeza jurídica tanto a los usuarios como a las empresas, fomentando un entorno de confianza y seguridad en las transacciones digitales.

A pesar de estos avances, persisten desafíos significativos. La brecha digital sigue siendo una barrera considerable; se estima que alrededor de 14 millones de personas en México carecen de acceso a internet o a dispositivos digitales, lo que limita su participación en el ecosistema fintech.

No obstante, las oportunidades para emprendedores en el ámbito fintech son vastas. Áreas como las microfinanzas, los pagos digitales y la educación financiera presentan un potencial considerable para el desarrollo de modelos de negocio innovadores que atiendan las necesidades específicas de la población mexicana.

La colaboración entre fintechs y bancos tradicionales también ha cobrado relevancia. Instituciones como Citibanamex han establecido alianzas con empresas fintech para impulsar la inclusión financiera y facilitar el acceso al crédito a través de modelos de open finance.

Además, la expansión de empresas como Mercado Pago, que ha solicitado una licencia bancaria en México, refleja la tendencia hacia la convergencia entre servicios financieros digitales y tradicionales, ampliando la oferta y mejorando la competencia en beneficio de los consumidores.

En resumen, el sector fintech en México está redefiniendo el panorama financiero, promoviendo la inclusión y ofreciendo soluciones innovadoras. Aunque existen desafíos por superar, el potencial de estas empresas para transformar la economía y mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos es innegable.