Las fiestas decembrinas están a la vuelta de la esquina, y con ellas, una oportunidad única para que las empresas fortalezcan sus lazos con los empleados y, de paso, obtengan beneficios fiscales. ¿Suena demasiado bueno para ser verdad? Pues no lo es. Veamos por qué organizar una fiesta de fin de año y una rifa puede ser la jugada maestra para tu negocio.
Aunque parezca sorprendente, esas rifas y cenas navideñas que tanto disfrutan tus empleados pueden traducirse en deducciones fiscales para tu empresa. Según la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR), los gastos de previsión social que fomenten el cumplimiento del objeto social de la empresa son deducibles. Y sí, eso incluye esos premios que rifas en la fiesta de Navidad.
Imagina: tus empleados disfrutan de una cena navideña espectacular, y tu empresa puede deducir hasta el 8.5% del total del consumo. ¿La clave? Realiza los pagos con medios electrónicos autorizados y asegúrate de tener el CFDI correspondiente. Es como si el Fisco te regalara parte de la fiesta.
¿Quieres ir más allá? Considera implementar un fondo de ahorro. No solo es una prestación muy valorada por los empleados, sino que también puede ser deducible para tu empresa y estar exento de ISR para tus trabajadores. Es una forma inteligente de fortalecer las finanzas de tu equipo mientras obtienes beneficios fiscales.
Más allá de los números, estas celebraciones y beneficios tienen un impacto invaluable en la motivación de tu equipo. Un empleado feliz y motivado es un empleado productivo. Y eso, amigo empresario, no tiene precio.
En resumen, organizar una fiesta de fin de año con rifas y considerar beneficios como el fondo de ahorro no solo hará feliz a tu equipo, sino que también puede ser una estrategia fiscal inteligente. Así que este fin de año, celebra con tu equipo y deja que el espíritu navideño (y los beneficios fiscales) inunden tu empresa.