Por Juan Pablo Ojeda
En su primera entrevista tras la condena de Genaro García Luna en Estados Unidos, el expresidente Felipe Calderón compartió su perspectiva sobre este complejo asunto, calificándolo de “penoso” y reafirmando su postura sobre su gestión al frente del país. En una charla con Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula, Calderón Hinojosa abordó los detalles de la condena y su impacto en la lucha contra el crimen organizado.
El exmandatario no ocultó su descontento al afirmar que “el enemigo verdadero sigue siendo el crimen organizado” y que la situación actual es “difícil y dolorosa”. En relación a la sentencia, Calderón se refirió a las palabras del juez Brian M. Cogan, quien mencionó que García Luna llevaba una “doble vida”, una que él conocía y otra que lo vincula con el Cártel de Sinaloa. “Me hubiera gustado conocer la otra a tiempo”, lamentó Calderón, sugiriendo que su confianza en García Luna había sido mal colocada.
El juez Cogan fue contundente en su discurso, señalando que García Luna había actuado con un doble discurso, comportándose de manera “agradable” mientras colaboraba con el crimen organizado. Estas revelaciones han dejado una marca en la percepción pública de la gestión de Calderón, quien insistió en su respeto por el veredicto del jurado, aunque cuestionó la falta de “evidencia material y objetiva”.
“Soy un hombre de leyes y respeto esos fallos. Quien haya roto la ley debe asumir las consecuencias”, afirmó Calderón, mientras defendía su gestión en seguridad. Aseguró que su equipo estuvo conformado por personas altamente reconocidas en el ámbito nacional e internacional, subrayando su determinación de enfrentar al narcotráfico con “aciertos y errores”.
La llamada “guerra contra el narcotráfico”, que Calderón declaró el 11 de diciembre de 2006, tuvo su inicio en el Operativo Conjunto Michoacán, donde se desplegaron más de siete mil elementos de las fuerzas federales. Esta estrategia fue parte de sus esfuerzos por mejorar su imagen tras las controversias sobre su victoria electoral en ese mismo año.
“Si tuviera que tomar la decisión nuevamente, los volvería a enfrentar con toda la fuerza del Estado”, sentenció Calderón, reafirmando su compromiso con la seguridad de las familias mexicanas. Para él, la lucha contra el crimen organizado no solo es una cuestión política, sino también una obligación ética y constitucional.
La entrevista ha generado una discusión sobre el legado de Calderón y su enfoque en la seguridad, un tema que sigue polarizando a la sociedad mexicana y que se ve intensificado por los acontecimientos recientes en torno a García Luna.