Por Juan Pablo Ojeda
Este fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la obra del Tren Interurbano «El Insurgente», que conecta México con Toluca, y lo hizo con gran fanfarria en la estación Santa Fe de Cuajimalpa. Sin embargo, la celebración ha sido empañada por duras críticas del diputado del PAN, Federico Döring Casar, quien no se guardó nada al calificar el proyecto como «mal hecho» y «pésimamente supervisado».
Döring Casar ha señalado que durante la construcción del tren ocurrieron al menos tres incidentes graves en los que se cayeron trabes, un problema que, según él, podría haber tenido consecuencias fatales. Esto, argumenta el diputado, evidencia una serie de fallos: desde la premura en la ejecución hasta una supervisión deficiente y el uso de materiales cuestionables.
En su comunicado, el legislador se mostró alarmado por la falta de seguridad para los futuros usuarios del tren. Criticó duramente al gobierno por apresurar la inauguración de un proyecto que, según él, no debería estar en funcionamiento aún. Comparó la situación con el caso de la Línea 12 del Metro, que también se vio envuelta en controversias de corrupción y riesgos para los pasajeros, y advirtió que se debe exigir un certificado de seguridad al Gobierno Federal para evitar un escenario similar.
Döring Casar también anunció que, desde San Lázaro, se buscarán todos los mecanismos posibles para que el dictamen de seguridad estructural del Tren Interurbano sea público y transparente. La intención es evitar cualquier sospecha de que se hayan alterado documentos para cumplir con la fecha de inauguración.
El diputado no dejó pasar la oportunidad de criticar el apuro del presidente por inaugurar la obra antes de su salida del cargo. Según él, el apuro por presumir proyectos finalizados bajo una «grave austeridad» podría tener consecuencias negativas para la Ciudad de México, y, en última instancia, para la futura administración de Claudia Sheinbaum.
En resumen, mientras el gobierno celebra la apertura del Tren Interurbano «El Insurgente», las críticas sobre la calidad y seguridad del proyecto sugieren que la inauguración podría estar más centrada en la política que en el bienestar de los ciudadanos.