El juicio por la muerte de Diego Maradona continúa siendo uno de los casos más mediáticos y controversiales de los últimos años. Este martes, la primera ronda de testigos en el tribunal de San Isidro, Buenos Aires, dejó al descubierto detalles inquietantes sobre las condiciones en las que el astro del fútbol argentino pasó sus últimos días de vida.
Los testimonios de los primeros policías en llegar a la casa donde Maradona cumplía su internación domiciliaria tras una neurocirugía son impactantes. Cuatro agentes de la Policía Bonaerense, entre ellos el subcomisario Lucas Farías, detallaron lo que encontraron en la habitación del «Diez». Al ingresar, Farías señaló que no había «elementos médicos» ni «sueros», elementos esenciales para una internación domiciliaria. «No vi sueros, que creo que tiene que tener una internación domiciliaria», comentó el oficial.
Lo que más impactó a los testigos fue la imagen de Maradona. «Lo que me llamó primero la atención de Diego Maradona era la posición boca arriba con el abdomen muy inflamado a punto de explotar», relató Farías, quien añadió que nunca imaginó encontrarse con una imagen tan desconcertante.
El jefe policial del departamento de Tigre, Lucas Borge, quien también estuvo presente en el operativo, describió la escena al llegar a la casa del futbolista. A su llegada, observó a varias personas en el patio, separadas en diferentes grupos: las hermanas de Maradona, su exesposa Claudia Villafañe con sus hijas, y el personal médico. Al ingresar a la habitación, Borge también encontró el cuerpo de Maradona con un abdomen visiblemente hinchado. Lo más alarmante, sin embargo, fue la falta de equipos médicos vitales en el lugar, como una cama hospitalaria o un desfibrilador.
Las declaraciones de los policías coinciden con la acusación de la fiscalía, que describe la internación como «temeraria, deficiente y sin precedentes». La fiscalía también calificó las condiciones en las que Maradona falleció como un «teatro del horror».
Maradona, quien falleció el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años por un edema pulmonar, fue internado en su casa con la intención de recibir cuidados tras una operación neuroquirúrgica. Sin embargo, los testimonios y las pruebas presentadas hasta ahora en el juicio sugieren que la atención médica que recibió no fue la adecuada, lo que ha llevado a siete profesionales de la salud a enfrentar cargos por homicidio con dolo eventual. Este delito implica que los acusados eran conscientes de que sus acciones o falta de ellas podrían causar la muerte.
El juicio, que comenzó la semana pasada, podría extenderse hasta julio, con más de 120 testigos programados para declarar. Los acusados enfrentan penas que van desde 8 hasta 25 años de prisión si se demuestra su culpabilidad.
Este caso no solo ha reavivado el dolor por la pérdida de una de las figuras más grandes del fútbol, sino que también ha generado un debate sobre la calidad de la atención médica en situaciones críticas y el trato que recibió un hombre que, en vida, fue una leyenda para millones.