La noche del 22 de julio de 2024, el periodismo poblano perdió a una de sus figuras más emblemáticas, Silvestre Salazar Aguilar, quien falleció a la edad de 75 años. Con más de 50 años de trayectoria en los medios de comunicación, Salazar se convirtió en un referente del periodismo policíaco en Puebla, dejando una huella imborrable en la radio y la prensa escrita.
Salazar inició su carrera en el ámbito periodístico colaborando con reconocidas publicaciones como El Novedades y El Heraldo de México en Puebla. No obstante, su legado más destacado se forjó en la radio, donde durante 28 años trabajó en Cinco Radio, consolidándose como una voz respetada y querida por su audiencia. Su enfoque en temas de seguridad pública y justicia lo convirtió en una figura clave en la cobertura de la nota roja, ganándose el respeto de colegas y oyentes por igual.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por Cinco Radio a primera hora del 23 de julio, y rápidamente se difundió en redes sociales, generando una ola de condolencias. Entre las numerosas expresiones de pesar, destaca la del gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien rindió homenaje a Salazar en un emotivo mensaje, resaltando su invaluable contribución al periodismo y su compromiso con la verdad y la justicia.
Además de su labor periodística, Salazar también era abogado, lo que enriqueció su perspectiva y análisis en los temas que cubría. Su capacidad para abordar con rigor y sensibilidad los asuntos de seguridad y justicia le valió el reconocimiento de su comunidad y de diversas instituciones.
A lo largo de su carrera, compartió micrófono con muchos colegas, quienes hoy lamentan profundamente su partida. Silvestre Salazar Aguilar deja un legado de profesionalismo, integridad y dedicación que perdurará en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar con él.
La comunidad periodística y los ciudadanos de Puebla sienten la pérdida de un hombre que dedicó su vida a informar con veracidad y compromiso, un hombre cuya voz se apaga, pero cuyo eco seguirá resonando en el ámbito del periodismo mexicano.