Mario Ramírez Treviño, conocido como «El Pelón» o «X20», exlíder del Cártel del Golfo, falleció el pasado 13 de marzo de 2025 en una prisión federal de Estados Unidos. Su muerte marca el cierre de un capítulo en la historia del narcotráfico mexicano, dejando tras de sí una estela de controversias y secretos.

Ramírez Treviño, de 63 años, fue extraditado a Estados Unidos en 2017 tras su captura en Reynosa, Tamaulipas, en 2013. Durante su liderazgo en el Cártel del Golfo, consolidó alianzas con Los Zetas en una organización conocida como «La Compañía», dedicada al tráfico de cocaína y marihuana hacia Estados Unidos. Sin embargo, su trayectoria criminal llegó a su fin cuando fue detenido por el Ejército mexicano y posteriormente entregado a las autoridades estadounidenses.

A pesar de enfrentar cargos por narcotráfico y lavado de dinero, «El Pelón» nunca recibió una sentencia definitiva debido a múltiples aplazamientos en sus audiencias. En febrero de 2024, Ramírez Treviño testificó en el juicio de Rubén Oseguera González, alias «El Menchito», hijo del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, «El Mencho». Su testimonio fue clave para la condena de «El Menchito» a cadena perpetua.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó su muerte y solicitó el cierre del caso, cancelando la audiencia de sentencia que tenía pendiente. Aunque las causas de su fallecimiento no han sido reveladas, su deceso pone fin a una historia marcada por el poder, la violencia y la cooperación con las autoridades.

La caída de «El Pelón» refleja la complejidad del narcotráfico en México y la lucha constante entre los cárteles y las fuerzas de seguridad. Su legado, aunque oscuro, sigue siendo un recordatorio de los desafíos que enfrenta el país en su combate contra el crimen organizado.