Por Juan Pablo Ojeda
La comunidad artística mexicana está de luto tras el fallecimiento de la talentosa actriz Amparo Garrido, quien murió a los 95 años. La noticia fue confirmada este jueves por su hijo, Ismael Larumbe, a través de sus redes sociales, donde expresó su dolor: «La mejor mujer y madre que Dios me haya permitido conocer. Mi vida se va con ella», escribió.
Amparo Garrido Arozamena fue una figura central en el cine y la televisión mexicana, con una carrera que abarcó varias décadas y marcó a generaciones de mexicanos. A lo largo de su vida profesional, Garrido no solo destacó como actriz, sino que también hizo historia en el mundo del doblaje, prestando su voz a entrañables personajes de los clásicos de Disney.
En la pantalla chica, la actriz se destacó como conductora del programa Usted y sus amigas, junto a Alicia Rodríguez, y participó en diversas telenovelas que quedaron en la memoria colectiva, como Teresa, Dos mujeres, un camino, Locura de amor, Cuidado con el ángel y La tempestad, entre muchas otras. Sus últimas apariciones en la televisión fueron en 2016, en las producciones A que no me dejas y Simplemente María.
Su carrera en el cine comenzó con su debut en la película Canta y no llores, y más tarde participó en filmes como Para que la cuna apriete, El señor gobernador, La hija del engaño y Viva la juventud, consolidándose como una de las grandes actrices de su tiempo. Sin embargo, su talento no se limitó a la actuación en vivo, ya que también dio su voz a personajes entrañables en películas animadas de Disney, como Dumbo, Bambi y La dama y el vagabundo. En 1964, participó en el redoblaje de Blanca Nieves y los siete enanos, donde interpretó el papel de la princesa.
Además de su labor en el arte, Amparo Garrido fue una gran defensora de los derechos de los artistas de la tercera edad. En 1991, cofundó junto a figuras como Silvia Pinal, Luis Gimeno y Luis Couturier, la Asociación Rafael Banquels, con el objetivo de apoyar a los actores mayores que habían quedado fuera del circuito artístico.
Después de su retiro del medio artístico, Garrido se dedicó a escribir poesía, publicando el libro Pasión y Soledad. Sus poemas, que ella misma declamaba, fueron una forma de seguir conectada con su público, a través de videos que compartía en las redes sociales.
Amparo Garrido deja un legado invaluable en el cine, la televisión y el doblaje mexicano. Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero su memoria perdurará a través de sus obras y su influencia en generaciones de artistas y espectadores.