Por Juan Pablo Ojeda
Ethel Kennedy, la viuda del icónico político estadounidense Robert F. Kennedy, falleció a los 96 años a causa de complicaciones derivadas de un derrame cerebral, dejando un legado que trasciende generaciones. Su familia hizo el anuncio a través de las redes sociales, expresando su dolor y gratitud por la vida de una mujer que dedicó su existencia a la justicia social y los derechos humanos.
Su nieto, Joe Kennedy III, excongresista demócrata de Massachusetts, comunicó con un mensaje en X que la abuela había dejado atrás un enorme legado familiar, incluyendo nueve hijos, 34 nietos y 24 bisnietos. “Con el corazón lleno de amor, anunciamos el fallecimiento de nuestra maravillosa abuela. Ella era una católica devota y de comunión diaria”, señaló, añadiendo que se consuela al saber que Ethel se ha reunido con Robert, el amor de su vida.
Ethel Kennedy, nacida Ethel Skakel el 11 de abril de 1928 en Chicago, conoció a Robert F. Kennedy en 1945 en un resort de esquí, aunque él estaba saliendo con su hermana mayor en ese entonces. Su relación floreció y se casaron en 1950, un año antes de dar la bienvenida a su primera hija, Kathleen. Robert F. Kennedy, conocido como ‘Bobby’, fue un senador influyente por Nueva York y candidato a la presidencia antes de su trágico asesinato en 1968.
Después de la muerte de su esposo, Ethel se dedicó no solo a criar a sus once hijos, sino también a la lucha por causas sociales. Fundó el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos, una organización que continúa trabajando en pro de la justicia social. En reconocimiento a sus esfuerzos, en 2014 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del entonces presidente Barack Obama.
Su fallecimiento llega en un momento significativo, aproximadamente seis semanas después de que su hijo, Robert F. Kennedy Jr., suspendiera su campaña presidencial y expresara su apoyo al candidato republicano Donald Trump. Este acontecimiento ha añadido una capa de complejidad a la narrativa de la familia Kennedy, que ha sido un pilar en la política estadounidense durante décadas.
Ethel Kennedy será recordada no solo como la matriarca de una de las familias más influyentes de Estados Unidos, sino también como una incansable defensora de los derechos humanos y la justicia social.