El ácido fólico, también conocido como folato o vitamina B9, es ampliamente reconocido por sus beneficios en la salud cardiovascular y el desarrollo fetal, pero un reciente estudio ha puesto de relieve un potencial inesperado de este nutriente: la reducción de la violencia en la sociedad. Publicado en la revista ‘Nutrients’, el estudio observó un descenso del 30% en los delitos violentos en Estados Unidos entre 1991 y 2001, periodo durante el cual el gobierno fortificó alimentos básicos como el arroz, el pan, la pasta y los cereales con ácido fólico.
Los investigadores de Estados Unidos y Australia han descubierto que este incremento en los niveles de folato en la población podría haber influido notablemente en este descenso de la violencia. Esto se debe a que el folato juega un papel crucial en la síntesis de serotonina, una hormona que regula el estado de ánimo y comportamiento.
Además de su papel en la reducción de la criminalidad, el ácido fólico ha sido vinculado con mejoras en la salud mental. Estudios indican que niveles bajos de folato son comunes en personas con depresión, lo que sugiere que su consumo podría ser beneficioso como complemento en tratamientos para este y otros trastornos mentales.
Aunque se encuentra naturalmente en alimentos como hígado, vegetales de hojas verdes, y frutos secos, la doctora Rossana De Jongh Delgado, especialista en nutrición clínica, recomienda considerar la suplementación de ácido fólico bajo supervisión médica debido a que la microbiota intestinal produce muy poco de este nutriente de forma natural.
Este hallazgo sobre el ácido fólico no solo resalta la importancia de una nutrición adecuada para la prevención de enfermedades físicas, sino también su potencial para mejorar la salud mental y comportamental de la población. Es vital tener en cuenta que las necesidades de folato varían con la edad y el estado fisiológico, recomendándose diferentes dosis para niños, adultos, embarazadas, lactantes y ancianos.
Este estudio amplía nuestra comprensión sobre los efectos multifacéticos de los nutrientes en nuestro bienestar general, ofreciendo una perspectiva más amplia sobre el impacto del ácido fólico en la sociedad moderna.