Por Juan Pablo Ojeda
El Gobierno de Estados Unidos tiene la intención de declarar como organizaciones terroristas a varios cárteles mexicanos, según informó The New York Times. La lista, que podría ser anunciada por la Casa Blanca esta misma semana, incluye a los más poderosos y activos grupos criminales del país: el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel del Noreste, la Familia Michoacana y los Cárteles Unidos. Esta designación podría tener un impacto significativo en la lucha contra el narcotráfico y la violencia vinculada al crimen organizado.
Los funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. han informado a varios comités del Congreso sobre esta medida, que también podría incluir a otros grupos internacionales como el Clan del Golfo, un cártel colombiano, el Tren de Aragua, proveniente de Venezuela, y la pandilla MS-13, formada por migrantes salvadoreños en territorio estadounidense. Esta designación es parte de los esfuerzos de la administración de Joe Biden para intensificar la lucha contra el narcotráfico y sus impactos en la sociedad estadounidense.
Los dos cárteles mexicanos más notorios, el Cártel de Sinaloa y el CJNG, han ganado notoriedad en los últimos años por su control sobre gran parte del mercado de fentanilo en Estados Unidos. Este opioide sintético es responsable de miles de muertes por sobredosis al año. Según el informe, estos dos grupos, junto con el Cártel del Noreste, serían los principales actores en el tráfico de fentanilo, una de las drogas más mortales de la actualidad.
La Familia Michoacana y Cárteles Unidos, aunque más pequeños en comparación con los otros grupos, también figuran en la lista. Estos cárteles actúan como fuerzas de choque, extendiendo el control territorial de los cárteles más grandes. Según las autoridades estadounidenses, estos grupos están involucrados en una variedad de actividades delictivas, que incluyen secuestros, extorsiones y asesinatos.
Las operaciones internacionales de estos cárteles podrían generar hasta 20 mil millones de dólares anuales en ganancias netas, lo que equivale a casi el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) de México. Esta cifra subraya el tamaño y la influencia de los cárteles mexicanos en el comercio de drogas global.
Con esta declaración de terrorismo, las autoridades de EE.UU. esperan imponer sanciones más estrictas y aumentar la cooperación con otros países para combatir a estas organizaciones criminales. Este movimiento también podría intensificar las presiones sobre el gobierno mexicano, que ya enfrenta desafíos significativos en su lucha contra el crimen organizado y la violencia.