Por Ilian Muñoz
En el corazón de Hidalgo, México, existe un lugar que parece sacado de un cuento, donde la naturaleza y la historia se abrazan en un cálido baño de aguas termales: Tecozautla. Imagínate, después de un largo trayecto desde la Ciudad de México o Querétaro, llegar a este paraíso donde el estrés se disuelve en las aguas calientes del Balneario El Géiser. Este sitio no es solo un balneario, es una experiencia completa con tirolesas, puentes colgantes, y un spa natural que te hará sentir como si estuvieras en otro mundo, todo abierto las 24 horas para que disfrutes a tu ritmo.
Otro punto que no te puedes perder es el Balneario La Cruz, un oasis para familias donde las risas de los niños mezclándose con el sonido del agua cayendo por los toboganes crea una sinfonía de felicidad. Aquí, cada rincón está pensado para que los pequeños se diviertan mientras los adultos encuentran su momento de paz en las aguas termales. Es como si cada visita aquí fuera una inyección de energía renovadora, rodeado de vegetación que te hace olvidar la vida urbana.
Pero la aventura no termina ahí; los Manantiales de Taxidhó son para los amantes del ecoturismo y la naturaleza en su estado más puro. Aquí, las pozas naturales te ofrecen un baño en medio de un cañón, donde cada gota de agua refleja la esencia de la tierra. Es el lugar perfecto para desconectar, meditar, o simplemente disfrutar del paisaje que parece pintado. Y si te gusta la aventura, un paseo por los alrededores te hará sentir parte de este paisaje mágico.
No podemos hablar de Tecozautla sin mencionar el Balneario Gandhó, un sitio que combina la diversión de los toboganes con la tranquilidad de sus piscinas de aguas termales. Es el lugar ideal para esos días en que no decides entre adrenalina y relax, porque aquí puedes tener ambos. Imagina terminar el día en una cabaña, bajo las estrellas, escuchando el murmullo del agua, un verdadero lujo para los sentidos.
Además de las aguas termales, la gastronomía de Tecozautla es otro deleite. Desde el mole rojo hasta las enchiladas mineras, cada bocado es una invitación a sumergirte en la cultura local. La Feria de la Fruta es el escenario perfecto para probar los sabores frescos de la región, una experiencia que complementa perfectamente tu escapada.
Así que, si estás pensando en un destino que te ofrezca más que un simple descanso, Tecozautla es tu lugar. Aquí, cada visita es una oportunidad para reconectar con la naturaleza, la familia y uno mismo, en un entorno que combina la magia de lo antiguo con la diversión del presente. No te quedes con las ganas, ¡sumérgete en Tecozautla!