CDMX a 16 de abril, 2024.- En un giro dramático dentro de la política mexicana, el exgobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, ha salido al frente para responder a las graves acusaciones de peculado y desvío de recursos que suman más de mil millones de pesos. Estas acusaciones fueron presentadas por Alejandro «Alito» Moreno, actual dirigente del PRI, partido del que Ávila renunció hace poco tiempo.
La controversia surge en un momento crítico para el PRI, con Ávila desestimando las denuncias como «de risa» y asegurando que su gestión fue transparente y está abierta a cualquier investigación. «El que nada debe, nada teme», afirmó Ávila en un video publicado en sus redes sociales, donde también criticó la actual dirección del partido, sugiriendo que ha causado una fuga masiva de militantes debido a su mala gestión.
Ávila, que recientemente se unió al Partido Verde después de su renuncia al PRI, no solo desafiante frente a las acusaciones, sino que también aprovechó la ocasión para lanzar una crítica mordaz a Moreno, refiriéndose a él despectivamente como «Malito» Moreno y expresando sus condolencias a los que aún permanecen en el partido.
El contexto de estas acusaciones se complica aún más con la proximidad de las elecciones del próximo 2 de junio, donde Ávila ha hecho un llamado a votar por el Partido Verde. Su salida del PRI en julio del año pasado fue parte de una renuncia en masa que citó un ambiente de autoritarismo y falta de apertura hacia la militancia bajo la dirección de Moreno.
Este enfrentamiento entre dos prominentes figuras del PRI plantea preguntas importantes sobre la división interna en el partido y su impacto en el panorama político más amplio de México.