CDMX a 3 de mayo, 2024.- En un reciente foro sobre la renovación energética de México, la diputada Érika Vanessa del Castillo Ibarra de Morena destacó la importancia vital de fortalecer la soberanía energética del país. En un entorno global donde la autosuficiencia energética es sinónimo de independencia y desarrollo, México no se queda atrás. «La mayoría de los países de primer nivel han alcanzado una soberanía energética notable, y nosotros estamos en la lucha para lograr lo mismo», comentó Del Castillo Ibarra.
La iniciativa presentada por el Ejecutivo Federal, que promueve una transición energética respetuosa con el medio ambiente y económicamente beneficiosa, es un reflejo de este esfuerzo. Sin embargo, el camino hacia la autosuficiencia no ha estado exento de desafíos, especialmente en el marco de las reformas neoliberales que permitieron la privatización de entidades clave como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El impacto de estas reformas fue profundamente sentido en 2009, cuando la crisis de Luz y Fuerza del Centro resultó en la pérdida de empleo para 44,000 trabajadores. Desde entonces, la legislatura ha trabajado arduamente para fortalecer estas instituciones estatales y asegurar un mayor presupuesto para ambas, subrayando la importancia de un equilibrio entre los sectores público y privado.
La inversión en infraestructura energética ha sido otra área prioritaria, con un enfoque especial en garantizar que los combustibles utilizados en México sean producidos dentro del país. Este enfoque no solo ayuda a reducir la dependencia de México de las importaciones energéticas, sino que también contribuye a la estabilidad de precios y el suministro.
Un ejemplo reciente de la robustez de la infraestructura energética mexicana se observó durante un apagón en el norte del país, que también afectó a Estados Unidos. Mientras que en EE. UU. las consecuencias fueron severas, en México el servicio se restableció rápidamente, demostrando la eficacia y la resiliencia del sistema eléctrico nacional.
Con un gobierno comprometido con el abasto suficiente de energía eléctrica a precios justos y con procesos que minimizan el impacto ambiental, México se posiciona como un líder en la marcha hacia la autosuficiencia energética, un pilar fundamental para su independencia y sostenibilidad futuras.