En México, ser freelance o emprendedor implica más que solo la libertad de trabajar a tu ritmo. También conlleva responsabilidades fiscales que no se pueden ignorar. Al igual que cualquier otro contribuyente, quienes realizan actividades económicas de manera independiente deben cumplir con sus obligaciones tributarias ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Pero, ¿sabes qué régimen fiscal te corresponde? Aquí te lo explicamos.
¿Qué es un Régimen Fiscal?
El régimen fiscal es la categoría en la que el SAT clasifica a los contribuyentes, determinando cómo deben pagar sus impuestos según sus ingresos y tipo de actividad. Al elegir el adecuado, puedes optimizar tus obligaciones fiscales y evitar problemas legales.
Opciones de Régimen Fiscal para Freelance y Emprendedores
La Secretaría de Economía ofrece varias opciones adaptadas a las necesidades de los trabajadores independientes. Aquí te contamos sobre tres de los más relevantes:
- Régimen Simplificado de Confianza (RESICO):
Ideal Para: Personas físicas con ingresos de hasta 3.5 millones de pesos.
Ventajas:
- Tasa de Impuesto Sobre la Renta (ISR) fija del 1% al 2.5%.
- Pago rápido y sencillo de impuestos.
- Cálculo automático de impuestos.
- Los ingresos y gastos se consideran solo cuando se perciben o pagan efectivamente.
- Régimen de Actividades Empresariales con Ingresos a través de Plataformas Tecnológicas:
Ideal Para: Creadores de contenido, servicios de hospedaje, comercio en línea y más, con ingresos anuales de hasta 300 mil pesos.
Ventajas:
- Retenciones de ISR e IVA según la actividad.
- Posibilidad de acreditar el IVA y el IEPS pagado en la adquisición de bienes y servicios.
- Régimen de Actividades Empresariales y Profesionales:
Ideal Para: Personas que operan negocios físicos como restaurantes, escuelas, o farmacias.
Características:
- Proporciona más flexibilidad para aquellos con mayores ingresos y diversas actividades comerciales.
¿Cómo Elegir el Régimen Correcto?
Al momento de seleccionar el régimen fiscal, es fundamental considerar:
- Tipo de actividad económica: Define si tus servicios son profesionales, comerciales, o a través de plataformas digitales.
- Volumen de ingresos: Analiza tus proyecciones de ingresos anuales para determinar cuál régimen se ajusta mejor.
- Necesidades específicas: Algunos regímenes pueden ofrecer beneficios adicionales según tu tipo de actividad.