En una noche llena de emociones y un desenlace digno de guion cinematográfico, el equipo femenil de Monterrey se alzó con el título de la Liga MX Femenil, venciendo al América en una tanda de penales que concluyó 4-3, tras un empate global de 2-2. Este triunfo marcó la tercera coronación de las Rayadas en el torneo, y apagó las esperanzas de celebración doble en Coapa, donde el equipo varonil del América había obtenido su decimoquinto título el día anterior.
El partido, celebrado en el estadio BBVA, estuvo lleno de giros dramáticos, comenzando con el gol tempranero de Sarah Luebbert para las Águilas, que inicialmente pareció poner a las americanistas en el camino hacia la victoria. Sin embargo, errores críticos y un gol de la sudafricana Jermaine Seoposenwe para el Monterrey nivelaron el encuentro y extendieron la competencia hasta los tiempos extras y, eventualmente, los penales.
El duelo en la portería fue notable, con Pamela Tajonar de Monterrey realizando paradas clave, incluyendo dos en la tanda de penales que finalmente decidieron el campeonato. Las fallos de Karen Luna y Aylín Avilez desde el punto penal dejaron el título en manos del equipo regiomontano, para desolación del conjunto capitalino.
El técnico del América, Ángel Villacampa, y la entrenadora de Monterrey, Amelia Valverde, desplegaron estrategias contrastantes que mantuvieron el partido en un constante ir y venir de oportunidades. Mientras Monterrey buscaba aprovechar cada ataque, América luchaba por contener las embestidas y responder con contragolpes que, aunque peligrosos, no fueron suficientes para asegurar el triunfo.
La capitana de Monterrey, Rebeca Bernal, fue decisiva no solo en los penales, sino también en conseguir el gol que llevó el partido a la definición por penales, destacándose como una de las figuras del encuentro.
La final no solo fue un espectáculo deportivo, sino también un evento que atrajo a más de 31 mil 400 aficionados al estadio, reflejando el creciente interés y apoyo al fútbol femenil en México. Las jugadoras de ambos equipos demostraron un nivel excepcional de habilidad y determinación, subrayando la calidad y la competitividad de la liga.
Mientras las Rayadas celebran su victoria y ya piensan en futuros títulos, el América deberá recuperarse de este golpe y prepararse para la próxima temporada, con la esperanza de redimirse y alcanzar la gloria que estuvo tan cerca esta vez.