Por Juan Pablo Ojeda
Este miércoles, la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris se reunió con el expresidente y aspirante republicano Donald Trump en el 23º aniversario del ataque terrorista del 11 de septiembre. El encuentro tuvo lugar en la conocida ‘zona cero’ del World Trade Center en Nueva York, en el marco de las conmemoraciones que recuerdan el trágico atentado que dejó un saldo de 3,000 vidas perdidas y sigue siendo el ataque más devastador en la historia de Estados Unidos.
Vestida con un traje oscuro y el distintivo lazo azul en la solapa en solidaridad con las víctimas y sus familias, Harris llegó al acto justo detrás del presidente Joe Biden. La vicepresidenta se mostró cálida y sonriente al saludar al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien también estuvo presente en la ceremonia.
Por su parte, Donald Trump asistió acompañado por JD Vance, su hipotético vicepresidente en caso de ser reelegido. Ambos estaban vestidos con trajes azul marino y corbatas rojas, completando su atuendo con los lazos azules en memoria de las víctimas. Harris y Trump intercambiaron un apretón de manos fraternal y mantuvieron una breve conversación de pocos segundos, marcada por un tono cordial que concluyó con un agradecimiento por parte del político republicano.
Este fue el segundo encuentro directo entre Harris y Trump a lo largo de sus extensas carreras políticas, y ocurrió pocas horas después de su primer debate televisado. Posteriormente, participaron en una foto oficial junto a Biden, Schumer y el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
Antes del evento conmemorativo, Trump intervino en el programa de entrevistas «Fox & Friends» en la cadena Fox, donde ofreció su perspectiva sobre el debate presidencial transmitido la noche anterior en ABC News. Al ser cuestionado sobre a quién se dirigiría durante el acto del 11-S, Trump respondió con incertidumbre y continuó su habitual crítica a los demócratas, mencionando su postura sobre la apertura de fronteras y la llegada de criminales.
En cuanto a los atentados del 11-S, Trump, que en 2001 había difundido teorías que se acercaban a la conspiración, expresó: “Fue un día muy, muy triste, horrible, horrible. Nunca ha habido nada igual, un día horrible”.
Durante la conmemoración, los dos fosos que ocupan el lugar de las Torres Gemelas, adornados con banderas estadounidenses y rosas, se llenaron en un acto sobrio que incluyó un desfile militar, discursos de familiares de las víctimas y momentos de silencio. Harris mantuvo un gesto serio y en ocasiones miró al suelo durante los primeros momentos del homenaje, mientras que Trump se mantuvo erguido y enfocado al frente. Además de Nueva York, se llevaron a cabo actos similares en el Pentágono y en Shanksville, Pensilvania, donde se estrellaron otros dos aviones en aquella jornada trágica.