CDMX a 28 de octubre, 2022.- El periodista mexicano Diego Enrique Osorno presentó esta semana en el Festival Internacional de Cine de Morelia su más reciente trabajo documental, ‘La evaluación’, donde se retratan las incongruencias de la investigación del caso Ayotzinapa durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Diego Enrique Osorno, considerado uno de los mejores cronistas de América Latina, reconoce que se sintió entusiasmado cuando el Gobierno del presidente López Obrador tomo la decisión de reabrir el caso. Sin embargo, si bien hay algunos avances, el periodista sostiene que la cúpula militar continúa sin ser investigada a fondo bajo esta Administración.
Entre otros temas, Osorno habla también sobre la pandemia del covid-19, la censura de medios de comunicación y los ataques a periodistas en México; una serie de síntomas que revelan que el mundo actual no goza de cabal salud…
¿Por qué tu más reciente libro lleva por título ‘Mundo enfermo’? ¿Tuvo que ver la pandemia?
D.E.O.: Este libro nació en medio de la pandemia, lo empecé a planear desde marzo de 2020. Igual que todos, tuve que encerrarme en mi casa y suspendí una serie de viajes que ya tenía organizados.
La pandemia puso un alto a mis actividades como periodista y documentalista. Fue en ese impasse que decidí regresar a las crónicas de viajes que había escrito en los últimos 15 años, esto fue un primer detonante para publicar el libro.
El segundo detonante fue un llamado a la reflexión. Considero que la pandemia nos hizo sentir realmente una conexión global. Todo el mundo estaba confinado y sumido en la zozobra de saber qué iba a pasar con el nuevo coronavirus.
«El mundo no está menos enfermo en comparación con el inicio de la pandemia. Desde mi punto de vista, padece varias enfermedades de manera simultánea, y que no necesariamente tienen que ver con el nuevo coronavirus»
En mi caso, a través de mis crónicas intenté reflexionar sobre el acontecer mundial. El título del libro recupera el título de la crónica que trata sobre las comunidades rarámuris.
Visitando estas comunidades me doy cuenta cómo es que ellas descubren lo que desde Occidente se ha denominado ‘cambio climático’, que incluso personajes de la política como Donald Trump invalidan.
Las crónicas contenidas en ‘Mundo enfermo’ constituyen una reflexión sobre el mundo actual a través de una mirada crítica que yo descubrí a partir de la visión de las comunidades rarámuris.
¿Consideras que hoy el mundo está menos «enfermo» que antes de la pandemia?
D.E.O.: Creo que el mundo sigue enfermo. Hay un regreso a lo que muchos denominan una supuesta ‘nueva normalidad’. Como sociedad estamos llevando adelante un proceso de reincorporación que tiene muchas complejidades.
Por ejemplo, la salud mental se vio socavada a partir del confinamiento. Muchas personas se sintieron vulneradas a partir de las pérdidas de familiares o amigos en medio de esta pandemia. Muchos otros, a pesar de que se recuperaron, fueron afectados por la enfermedad.
Hay una mayor dependencia hacia dispositivos digitales para poder interactuar; tenemos una larga lista de peculiaridades que nos tocó vivir.
En la actualidad, aunque aparentemente el coronavirus ya no está tan presente y estamos saliendo de esta pandemia, la gente tiene miedo.
Muchas personas padecen lo que se ha denominado ‘Psicovid’; la verdad es que son muchas afectaciones a partir del encierro. Te hablo de lo humano, pero también hay implicaciones en los aspectos económico y político.
Por desgracia hoy el mundo no está menos enfermo en comparación con el inicio de la pandemia. El mundo, desde mi punto de vista, padece varias enfermedades de manera simultánea, y que no necesariamente tienen que ver con el nuevo coronavirus.
Occidente se define a sí mismo como «mundo libre». Sin embargo, la libertad de expresión y el derecho a la información no se garantizan, te pongo dos ejemplos. Cuando en 2020 Donald Trump denunció un supuesto «fraude electoral» en su contra, fue censurado en redes sociales. En fechas recientes, los medios de comunicación de origen ruso también han sido censurados…
D.E.O.: Estoy de acuerdo contigo, estamos en un momento en el que la libertad de expresión enInternet se ha vuelto presa de un poder hegemónico. Para que podamos convivir en sociedad, hay que regular esta hegemonía.
Hace falta luchar por una regulación verdaderamente democrática de los espacios que se han vuelto indispensables para nuestra vida cotidiana como lo es Internet.
«Estamos en un momento en el que la libertad de expresión en Internet se ha vuelto presa de un poder hegemónico. Para que podamos convivir en sociedad, hay que regular esta hegemonía»
Recuerdo que, hace unos 20 años, como sociedad apenas empezábamos a apropiarnos de los usos de Internet y ahora, en cambio, tal parece que Internet se terminó apropiando de nosotros. Hay que revertir esta tendencia.
En el caso de México ¿Consideras que existe libertad de expresión? ¿O crees, por el contrario, que es cada vez más difícil ejercer el periodismo?
D.E.O.: Por lo menos a partir del año 2000, en México nos encontramos ante una paradoja trágica. Tenemos una prensa que tiene mucha independencia y gran capacidad crítica.
En nuestro país existe mucha libertad, muchas posibilidades de informar y de cuestionar al poder. Creo que en el pasado no hubo tantos periodistas, sobre todo mujeres, realizando una labor tan ejemplar.
Y, al mismo tiempo, en el pasado, bajo el régimen autoritario, nunca hubo el número de ataques contra periodistas que se registran ahora. No tengo duda de que los poderes fácticos están operando detrás de esto, se sienten muy incómodos y por eso atentan contra la libertad de prensa.
Estrenas un documental, sobre el caso Ayotzinapa ¿Cómo surge este proyecto? ¿Sobre qué aspectos buscas llamar a la reflexión?
D.E.O.: En estos últimos cuatros años, con esto nuevo Gobierno, una de las cosas que más me llamaron la atención fue el anuncio del presidente López Obrador de que se iba a reabrir el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y que se iba a buscar la verdad y hacer justicia.
En ese contexto, en la casa productora en donde trabajo, ‘Detective’, empezamos a revisar materiales de la investigación, la denominada ‘verdad histórica’ que había construido el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
En medio de ese océano de documentos, fotografías y demás, encontramos unos videos que documentaban las evaluaciones psicológicas que hicieron en la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía) de los detenidos.
Nos detuvimos a analizar las evaluaciones psicológicas de los tres principales inculpados de la ‘verdad histórica’ que son apodados «El Pato», «El Jona» y «El Hereje».
Al revisar estas evaluaciones notamos una serie de incongruencias que nos abrieron la posibilidad de evaluar visualmente esa ‘verdad histórica’ que, como sabemos, desde un principio fue desacreditada por los familiares de los estudiantes y hoy incluso por el Gobierno.
A partir de esta evaluación, el documental trata de contribuir con la búsqueda de la verdad y la impartición de justicia que, por desgracia, a cuatros años de que comenzó este Gobierno, si bien hay algunos avances, todavía son tareas pendientes.
Para quien vea este material de 30 minutos será imposible no comprometerse con esta búsqueda de la verdad y la impartición de justicia que han encabezado las familias de los normalistas durante más de ocho años.
A propósito de la impartición de justicia en este caso, el de Ayotzinapa, existe evidencia de que participaron elementos de las Fuerzas Armadas. Hace un año, en varios de tus artículos advertías que la Guardia Nacional sería «un organismo con una presencia y poder inéditas», además de que «nada garantizaba que la militarización del territorio pudiera estar siempre sometida al control civil». ¿Hoy cuál es tu balance sobre este proceso? ¿Está sometido el poder militar al poder civil bajo el Gobierno del presidente López Obrador? ¿Hay impunidad para los militares?
D.E.O.: En primer lugar, creo que la confianza que tiene un amplio sector de la sociedad en el presidente López Obrador no implica necesariamente confianza en las Fuerzas Armadas.
Por otro lado, algo que me causa mucha inquietud es que los últimos meses hemos visto cómo la ‘Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa’ sí, es cierto, logró ciertos avances, sin embargo, hay que reconocer que no pudo avanzar más en la investigación por el ‘muro’ que levantó el Ejército.
Esto para mí, sin entrar en detalles sobre el tema de la militarización, es muy preocupante. El solo hecho de que este Gobierno no haya podido llegar al fondo de la verdad sobre el caso Ayotzinapa por los obstáculos que han puesto las Fuerzas Armadas es muy preocupante.
Faltan dos años todavía para que concluya este Gobierno, sin embargo, da la impresión de que el informe que presentó la Presidencia de la Comisión en agosto de este año fue un ‘carpetazo’ y que no se va a investigar en los niveles más altos de las Fuerzas Armadas.