CDMX, 2 de diciembre del 2022.- La estrategia puesta en marcha en 2019 de optimización del tratamiento antirretroviral (TAR) para personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ha contribuido a disminuir la tasa de fallecimientos por problemas de salud asociados al virus, al pasar de 4.2 a 3.4 por cada 100 mil personas entre 2019 y 2021, refieren datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y los registros de mortalidad de la Secretaría de Salud.
La optimización del tratamiento también ha incrementado la probabilidad de que disminuya la carga viral en sangre en las personas que viven con VIH, al grado de ser indetectable; así como una calidad de vida y sobrevida similar a la de quien vive sin el virus, señala el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida).
En el contexto del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, Censida dio a conocer que en 2021 incrementó siete por ciento el número de personas que accedió a tratamiento en las instituciones del sector Salud con respecto al año anterior; y se aplicaron más de 1.6 millones de pruebas de detección, lo que representó un aumento de 35 por ciento en comparación con 2020.
El medicamento antirretroviral está garantizado, es universal y gratuito sin importar la nacionalidad de las personas, por lo que las y los migrantes que lo requieren, reciben apoyo y acompañamiento para contar con tratamiento y servicios de prevención y atención durante su paso por territorio nacional.
Igualmente, Censida brinda a las mujeres cisgénero y transgénero apoyos económicos para facilitar su traslado a los centros de atención especializada en las 32 entidades federativas, de manera directa a través del Banco del Bienestar, con el propósito de reducir las barreras de acceso que enfrentan y mejorar la adherencia al tratamiento antirretroviral.
Asimismo, se ha alcanzado una cobertura de 79 por ciento en aplicación de la prueba de detección de VIH en mujeres embarazadas para la prevención de la transmisión vertical; es decir, de madre a hija o hijo. De manera adicional se brinda tratamiento profiláctico para evitar la transmisión en quienes se detecten tardíamente.
En el país se estima que 74 mil mujeres viven con VIH, lo que representa 20 por ciento del total de casos que se estiman y que asciende a 360 mil; 64 por ciento conoce su estado serológico con respecto al VIH y 61 por ciento cuenta con tratamiento antirretroviral, por lo cual se deben reforzar acciones para avanzar en la cobertura de esta población.
En 2022 inició la estrategia para el acceso universal a tratamiento antirretroviral de niñas, niños y adolescentes (NNA) con VIH, coordinada por Censida y el gobierno de Chiapas, en la que participan instituciones de salud. Esta medida representó un paso histórico y contundente para mejorar la atención de NNA y recibir TAR de manera oportuna y segura en la unidad médica más cercana.
Otra de las acciones fundamentales en la reducción de nuevas infecciones de VIH es la profilaxis posexposición y la profilaxis preexposición (PrEP) como política nacional, que consiste en una pastilla diaria para reducir más de 95 por ciento el riesgo de transmisión. Al tercer trimestre de 2022, el programa, centrado en poblaciones clave, benefició a más de ocho mil personas que acuden a los servicios especializados y a las instituciones de salud.
Al mismo tiempo, continúa el avance en la eliminación de la hepatitis C a través del tamiz de más de 80 mil personas que viven con VIH, permitiendo detectarlas y vincularlas a tratamiento para disminuir el riesgo de progresión a cáncer o cirrosis.
La estrategia para frenar el avance de la pandemia de VIH en nuestro país contempla acciones de prevención, detección oportuna y optimización de tratamiento antirretroviral, con lo que han disminuido las nuevas infecciones y fallecimientos por causas asociadas.
Datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) y de Censida señalan que en México alrededor de 360 mil personas viven con VIH; siete de cada 10 conocen su diagnóstico; y seis de cada 10 se encuentran en tratamiento antirretroviral; de éstas, 90 por ciento alcanzó la supresión viral, lo que significa que no pueden transmitir el virus. Además, las nuevas infecciones pasaron de 19 mil en 2020 a 18 mil en 2021.
En el mundo ocurren 54 por ciento menos infecciones anuales por VIH (1.5 millones), en comparación con 1996, que fue el año con mayores registros. De igual manera, los decesos a causa de enfermedades relacionadas con el sida bajaron 52 por ciento con respecto a 2010, conforme a datos de Onusida.
El VIH puede afectar a cualquier persona; sin embargo, en nuestro país la epidemia está concentrada en poblaciones más expuestas como son:
- Hombres que tienen sexo con otros hombres.
- Personas trabajadoras sexuales.
- Mujeres trans.
- Personas que se inyectan o usan sustancias psicoactivas.
- Personas privadas de la libertad.
Otras poblaciones vulneradas que están expuestas al riesgo de transmisión son:
- Mujeres y niñas.
- Adolescentes y jóvenes en contextos de vulnerabilidad y entornos de mayor prevalencia.
- Poblaciones migrantes y móviles.
- Población indígena.
- Personas en situación de calle.
La participación de líderes comunitarios y académicos, organizaciones de sociedad civil, instituciones de salud y entidades federativas ha contribuido a obtener logros en la materia.
Con el lema “Igualdad ya”, Censida hace un llamado para fortalecer las estrategias de prevención, atención integral y acceso universal a tratamiento para todas las personas que lo requieran, con perspectiva de derechos humanos, libres de estigma y discriminación.