Por Bruno Cortés
En las calles vibrantes de la Ciudad de México, el aire se llena de un espíritu de conmemoración y reflexión. Hoy, México celebra el Día del Periodista, un homenaje a la memoria del ilustre periodista y literato Manuel Caballero, cuya muerte marca la importancia de esta fecha.
Manuel Caballero, conocido por su pluma aguda y su compromiso incansable con la verdad, dejó un legado que trasciende el tiempo. En su honor, el país se viste de historias, anécdotas y tributos que reflejan la esencia del periodismo: una profesión dedicada a la búsqueda incansable de la realidad y a la defensa de la libertad de expresión.
Desde tempranas horas, las calles se llenan de eventos culturales, mesas redondas y exposiciones fotográficas que destacan la labor periodística. Los veteranos del periodismo comparten sus experiencias con las nuevas generaciones, creando un puente entre el pasado y el futuro de esta noble profesión.
En las universidades, los estudiantes de periodismo participan en talleres y conferencias, absorbiendo las lecciones de los maestros y preparándose para ser la próxima voz de la sociedad. Los medios de comunicación, por su parte, dedican espacios especiales para analizar el estado actual del periodismo en México y el mundo.
Pero el Día del Periodista también es un momento de reflexión sobre los desafíos que enfrenta la prensa. En un mundo donde la información se mueve a velocidades vertiginosas y la verdad a menudo se ve amenazada, los periodistas mexicanos se mantienen firmes en su misión de informar con integridad y precisión.
Así, entre homenajes y debates, México celebra no solo la memoria de Manuel Caballero, sino también el espíritu inquebrantable de todos aquellos que toman la pluma y el micrófono para iluminar los rincones oscuros de nuestra sociedad. En el Día del Periodista, México reconoce y agradece a sus narradores de la verdad, guardianes de la democracia y arquitectos de la historia.