CDMX a 7 de octubre, 2024.- En un emotivo homenaje luctuoso, el Congreso de la Unión se reunió en el Palacio Legislativo de San Lázaro para despedir a una de las figuras más influyentes de la política mexicana: Ifigenia Martha Martínez y Hernández. La ceremonia, celebrada de cuerpo presente, contó con la presencia de legisladores, gobernadores y amigos que destacaron su vida y contribuciones al país, en particular en los ámbitos de la economía, la equidad de género y la democracia.
Ifigenia Martínez no fue una figura común. Desde muy joven rompió barreras en un mundo dominado por hombres, luchando por los derechos de las mujeres y demostrando que la paridad de género era posible en la política. Ricardo Monreal Ávila, coordinador del grupo parlamentario de Morena, la describió como una mujer «extraordinaria y singular», cuyo legado continuará siendo una influencia en las generaciones futuras. Monreal expresó su pesar por la partida de quien fue una amiga cercana y una mentora para muchos.
Martínez fue una economista de la UNAM con estudios en Harvard, y se convirtió en pionera en los estudios sobre la distribución del ingreso en México. Fue la primera mujer en dirigir la entonces Escuela Nacional de Economía de la UNAM y una firme defensora de los derechos de las mujeres en la vida pública del país.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, resaltó el valor de Ifigenia al enfrentar un mundo de desigualdad y machismo, donde las mujeres no tenían un lugar en los asuntos públicos. Gracias a su carácter firme y su convicción, se abrió paso en los espacios más importantes de la política, dejando una huella en la lucha por la equidad.
A lo largo de su carrera, Martínez fue parte crucial en la defensa de la autonomía universitaria, la libertad de pensamiento y el acceso a la educación. No solo participó activamente en los momentos históricos del país, como el movimiento estudiantil de 1968, sino que también fue una figura clave en la formación de nuevas generaciones de líderes políticos.
El legado de Ifigenia Martínez va más allá de sus logros académicos y políticos. Laura Itzel Castillo Juárez, senadora de Morena, recordó que Ifigenia fue una maestra no solo en las aulas, sino para todo México. Su contribución no se limitó a lo académico, sino que también estuvo presente en la defensa de la democracia, la formación de partidos políticos y la promoción de la equidad de género. En su último acto público, Martínez entregó la Banda Presidencial a la primera mujer presidenta de México, un gesto simbólico que reflejó su vida dedicada a la lucha por la igualdad.
El Congreso, a través de diferentes voces como las de Noemí Luna Ayala (PAN) y Reginaldo Sandoval Flores (PT), coincidió en que la trayectoria de Ifigenia es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones de mujeres que buscan un lugar en la política.
La vida de Ifigenia Martínez fue un testimonio de convicción, lucha y ética. Su incansable esfuerzo por lograr la paridad y la igualdad de oportunidades para las mujeres la convierte en una de las figuras más trascendentales de la historia contemporánea de México. Hoy, su legado sigue vivo, y su influencia se mantendrá en la memoria de todos aquellos que continúan luchando por un país más justo, democrático e incluyente.
Como recordó el diputado Emilio Suárez Licona (PRI), «Ifigenia Martínez nunca escatimó en defender su pensamiento», y su partida marca el final de una era en la política mexicana, pero su legado perdurará.