En Georgia, sureste de Estados Unidos, suenan hoy tambores de la guerra electoral que anticipan un duro enfrentamiento entre demócratas y republicanos en los comicios de medio término de noviembre.
La tolda azul de los demócratas vio abrirse el cielo hace menos de dos años cuando sus dos candidatos al Senado derrotaron a los republicanos para emparejar los números en ese foro y dejar la decisión de los empates al voto de la vicepresidenta Kamala Harris.
Histórica fue la posición de las autoridades republicanas que se negaron a aceptar las presiones del entonces presidente Donald Trump para cambiar a su favor el resultado de las urnas, de la misma forma lo fue la remontada de los azules para el control del Congreso.
Sin embargo, ahora la situación no es la misma y, según una valoración del diario The Hill, a partir de mañana el partido del presidente Joe Biden enfrentará una batalla difícil en Georgia.
Allí las carreras cruciales están programadas para poner a prueba la resistencia de la coalición y los esfuerzos de organización que impulsaron las victorias demócratas en el estado.
Con Stacey Abrams como candidata indiscutible a la gobernación y el senador Raphael Warnock (demócrata de Georgia) enfrentando sólo una oposición nominal en las primarias del martes, el partido ya está centrando su atención en las elecciones generales de noviembre.
La agrupación en el gobierno se enfrenta a un entorno político mucho más sombrío en 2022, que amenaza con socavar sus esperanzas de fortalecer su posición en Georgia.
Allí figuras como Abrams, una exlíder de la minoría del Senado estatal que una vez fue considerada una posible compañera de fórmula de Biden, se quedó a 55 mil votos de derrotar al gobernador Brian Kemp en 2018, y Warnock , quien desbancó con éxito al exsenador Kelly Loeffler (R), enfrentan serios desafíos.
Según el diario The Hill tanto Abrams como Warnock corren el riesgo de ser arrastrados por los brutales vientos políticos en contra que amenazan a los demócratas a nivel nacional.
Sin Trump como blanco de los votantes, con Biden con un índice de aprobación en las encuestas de solo el 39 por ciento, el alza de la inflación, la subida vertiginosa de los precios de la gasolina y el repunte de la delincuencia, el panorama en menos favorable para los candidatos del partido en el gobierno.
Georgia celebrara sus primarias el martes, aunque las elecciones generales de noviembre ya toman forma.
Kemp se perfila como ganador de la boleta republicana para gobernador sobre el candidato que apoya Trump, mientras, el exjugador de la NFL Herschel Walker, a quien Trump también respalda, es el gran favorito para ganar la candidatura republicana al Senado.
La porfía está planteada con sus dificultades y riesgos para ambas agrupaciones al seleccionar a su mejor candidato para noviembre.
En previsión el Comité de Campaña Senatorial Demócrata ya reservó siete millones de dólares para la campaña de otoño en un esfuerzo por defender a Warnock, mientras que su homólogo republicano, el Comité Senatorial Nacional Republicano, irá por más con 9,5 millones de dólares en reservas publicitarias en el estado.
El choque de Abrams y Kemp se presagia espectacular al igual que el de Warnock y Walker, aunque algunos expertos aseguran que pesará mucho en el resultado que ahora Trump no está en la boleta.
Antes la gente tuvo una razón para votar en contra de algo y al mismo tiempo votar por nosotros. Esta vez, tenemos que darles una razón para votar por nosotros y con nosotros al mismo tiempo, valoró un activista demócrata.
El factor decisivo en Georgia, según los estrategas de ambos lados del pasillo, será la capacidad de cada partido para atraer a sus bases de votantes.
Mientras tanto, Georgia ya implantó un récord de participación en la votación anticipada, pues hasta el jueves más de 710 mil georgianos sufragaron en las elecciones primarias, según la Oficina del Secretario de Estado de ese territorio, y en el mismo momento de 2020 esa cifra era de poco más de 263 mil.
Mañana habrá un anticipo y se acomodará el pareo para noviembre, y hasta ahora algunos piensan que en Georgia esta la llave del Senado.