Ciudad de México, 7 de septiembre de 2023.- En la actual administración, Petróleos Mexicanos (PEMEX) generó 40 campos nuevos destinados a la extracción de hidrocarburos, un logro que representa un crecimiento del 400% en comparación con los ocho campos que se incorporaron durante el sexenio anterior, según revelan cifras proporcionadas por la empresa productiva del Estado.
De acuerdo con los datos proporcionados por la petrolera mexicana, estos 40 nuevos campos que se sumaron a la producción durante esta administración superan con creces la cifra combinada de los dos sexenios anteriores. Durante la administración de Felipe Calderón se desarrollaron 19 campos nuevos, y durante la de Enrique Peña Nieto apenas se incorporaron ocho, lo que suma un total de 27 en esos dos periodos anteriores.
Por su parte, Octavio Romero Oropeza, director general de PEMEX, subraya que la producción de hidrocarburos líquidos extraída de estos campos recién avanzados es fundamental para mantener una tendencia de crecimiento en la producción de la empresa.
Dichos campos están equipados con un total de 183 pozos, de los cuales 106 se encuentran en aguas marinas y 77 en tierra firme. Entre los más destacados, se encuentran Quesqui, que contribuye con el 35% de la nueva producción, Tupilco con un 19%, e Ixachi con un 7%.
La incorporación de esto, añadió 208 mil barriles diarios a la producción total durante el segundo trimestre del año, lo que eleva el volumen total a un millón 882 mil barriles; evento que representa un aumento de 126 mil barriles diarios con respecto al mismo período del año anterior y confirma la tendencia alcista que se ha mantenido desde 2019.
Además, de acuerdo con los planes de la petrolera, se prevé incorporar 16 campos adicionales antes de que concluya la actual administración, lo que elevará el total a 56 durante el sexenio. Esto contribuirá a compensar el declive en la producción de los campos maduros.
Según el director de PEMEX, este crecimiento se debe en gran parte a la finalización de pozos en la estrategia de desarrollo de campos nuevos y a la producción temprana en ubicaciones exploratorias cercanas a campos con infraestructura existente.
Romero Oropeza también destacó que esta estrategia tiene éxito gracias a la reducción del tiempo necesario para desarrollar y poner en funcionamiento los campos recién descubiertos, al tiempo que se mantiene un enfoque en el mantenimiento de pozos para garantizar la producción base en campos de explotación.