A medida que la inteligencia artificial (IA) continúa avanzando, el temor de que las máquinas reemplacen a los trabajadores humanos se ha intensificado. Sin embargo, una perspectiva más optimista emerge de la voz de Zack Kass, exlíder de OpenAI, quien enfatiza la importancia creciente de las cualidades humanas en el ámbito laboral. En un entorno donde la IA puede ejecutar tareas como codificación, escritura y análisis de datos con alta competencia, lo que verdaderamente nos hace humanos adquiere un valor incalculable.
Kass argumenta que deberíamos inclinarnos hacia habilidades donde los humanos aún superan a la IA, tales como el pensamiento crítico, y enfocarnos en ser agradables, valientes, sabios y empáticos—cualidades que ninguna máquina puede replicar. A su vez, predice un aumento en la demanda de servicios que requieran una comprensión profunda y única de problemas, como en el caso de los abogados, donde la velocidad será menos valorada que la capacidad de análisis excepcional.
Este enfoque en el valor de lo humano no solo preserva ciertos empleos de la amenaza de la automatización, sino que también reitera la necesidad de cultivar relaciones laborales positivas, promoviendo un ambiente donde ser «agradable» es una ventaja competitiva. Kass desafía la noción de que la IA pueda mercantilizar todas nuestras habilidades y conocimientos, proponiendo que ciertas cualidades humanas serán esenciales para mantenerse relevante en el futuro del trabajo.