El presidente francés, Emmanuel Macron, ratificó hoy su confianza a la primera ministra Elisabeth Borne y le encargó formar un gobierno de acción para sortear la crisis política que vive el país.
El jefe de Estado lidia con el desafío que representa gobernar sin el apoyo de una mayoría absoluta de diputados en la Asamblea Nacional, tras el revés sufrido el domingo en las elecciones legislativas por la coalición oficialista Juntos, que le faltaron 44 escaños para lograr su objetivo.
En una entrevista con la agencia AFP, el mandatario precisó que Borne seguirá en el cargo, después de que esta presentara hace unos días su dimisión, ante el fracaso electoral y la presión opositora, en particular de la segunda fuerza en el nuevo hemiciclo, el bloque de la izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes).
De acuerdo con Macron, la primera ministra sondeará a partir de la próxima semana a otros grupos de la Asamblea, en aras de conocer su disposición a participar en el Gobierno.
Macron necesita llegar al menos a 289 diputados, cuenta con 245, para evitar un freno a sus políticas, lo que explica su interés en negociar con otros partidos y alianzas, salvo la Nupes y la ultraderechista Agrupación Nacional, dirigida por Marine Le Pen.
El presidente francés aspira a contar para principios de julio con un gobierno «al servicio de Francia», que se traduciría en conseguir el apoyo suficiente para tener luz verde en el hemiciclo, o la menor cantidad posible de obstáculos.