Por Juan Pablo Ojeda
La polémica ha estallado en torno a “Emilia Pérez”, la película dirigida por el francés Jacques Audiard, que se estrenó en México el pasado 23 de enero. Con un elenco que, además de la mexicana Adriana Paz, incluye a actores internacionales como Zoe Saldaña y Selena Gómez, la cinta ha dividido opiniones y ha generado un debate feroz en torno a su representación del narcotráfico y la comunidad transgénero.
En su primer día de proyección, el filme recaudó 1,5 millones de pesos, atrajo a solo 20 mil espectadores y se posicionó en el quinto lugar de la taquilla. Aunque algunos celebraron que fuera el segundo estreno más exitoso de la semana, los números no se modificaron mucho durante los días siguientes, y se prevé que la película tendrá un mal debut, siendo calificada como un “rotundo fracaso” anticipado por críticos y cinéfilos.
La cinta, que fue superada por títulos como “Hombre Lobo”, “¡Interestelar!” y “Mesa de regalos”, no logró captar el interés del público mexicano, quienes se volcaron en redes sociales para expresar su descontento. A pesar de contar con nombres internacionales, como la estrella de Hollywood Zoe Saldaña y la cantante Selena Gómez, la película no logró evadir las críticas, particularmente por la interpretación de Gómez, cuya actuación fue muy comentada debido a su acento español.
Lo que más ha generado controversia es la historia de “Emilia Pérez”, centrada en un narcotraficante mexicano llamado Juan “Manitas” del Monte, que decide cambiar de género y convertirse en Emilia Pérez. Esta transformación, que tiene el objetivo de abordar temas de identidad y de autodescubrimiento, ha sido vista por muchos como un enfoque superficial y fuera de lugar. La falta de un enfoque auténtico sobre la cultura mexicana, y sobre todo la ausencia de actores mexicanos en los papeles principales, ha sido señalada como una de las grandes fallas de la película.
Los sectores que critican la película argumentan que la obra no logra capturar la esencia del contexto local y que el enfoque internacional de Audiard no hace justicia a los complejos temas que aborda. Las críticas hacia el manejo del narcotráfico en la trama y la representación de la comunidad transgénero también han sido duras, acusando al director de tratar temas muy sensibles sin la profundidad ni el respeto que merecen.
Por otro lado, algunos cineastas mexicanos, como Guillermo del Toro e Issa López, han salido en defensa de la película, reconociendo el valor artístico de la propuesta y destacando el esfuerzo de Audiard por abordar un tema tan complejo. No obstante, la película continúa siendo un tema de conversación polémico, dejando claro que, en su intento por hacer una propuesta internacional, no ha logrado conectar completamente con el público mexicano.
En un país tan lleno de riqueza cultural y tradiciones, es comprensible que una historia como la de “Emilia Pérez” haya generado tanto rechazo. Los mexicanos, por más que acepten y celebren el cine internacional, tienen una gran expectación cuando se tratan temas que los tocan tan de cerca, como el narcotráfico y las identidades de género. Aún queda por ver si la película logrará en algún momento captar la atención de aquellos que, hasta ahora, han sido sus más férreos detractores.