Este domingo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México confirmó una alarmante noticia: la muerte de 157 monos aulladores en los estados de Tabasco y Chiapas. En respuesta, el gobierno ha lanzado una serie de acciones preventivas para detener esta devastadora tendencia y salvaguardar a los ejemplares restantes.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), 125 de las muertes ocurrieron en los municipios de Cunduacán, Comalcalco, Jalapa, Cárdenas y Centro en Tabasco; mientras que en Chiapas, los municipios de Juárez y Pichucalco registraron 32 decesos. La gravedad de la situación ha llevado a Semarnat a coordinar esfuerzos con autoridades federales, estatales y municipales, así como con la academia y la sociedad civil.
En Comalcalco, se ha establecido una unidad móvil para el auxilio de los monos saraguato, una de las especies más afectadas. Además, recientemente se liberaron siete ejemplares que se recuperaron satisfactoriamente y pudieron ser reintroducidos a su hábitat natural.
Sin embargo, la situación sigue siendo crítica. En Cunduacán, 12 monos están recibiendo atención médica especializada, con tres en estado delicado pero estable. El esfuerzo por rehabilitar estos animales es constante y se lleva a cabo bajo estrictos protocolos veterinarios para asegurar su recuperación y eventual liberación.
Adicionalmente, se están realizando esfuerzos conjuntos para establecer una unidad móvil central en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Esta medida permitirá una mejor coordinación de las acciones de rescate y atención médica inmediata. También se está elaborando un protocolo específico para la atención rápida de los primates por parte de las comunidades y organismos involucrados.
La Semarnat también ha recordado a la población la importancia de no manipular a los monos encontrados en condiciones adversas o muertos, instando a reportar estos casos a las autoridades competentes de inmediato. Mientras tanto, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) está analizando muestras de los ejemplares afectados para determinar con precisión las causas de estas trágicas muertes.
Esta crisis subraya la fragilidad de los ecosistemas locales y la necesidad urgente de medidas eficaces de conservación y manejo ambiental. La colaboración entre el gobierno, la sociedad civil y los expertos es crucial para enfrentar este desafío y proteger la biodiversidad única de México.