CDMX a 23 de diciembre, 2022.- De regreso en México, tras ser declarado persona non grata por el Gobierno interino de Dina Boluarte, el embajador Pablo Monroy Conesa indicó este viernes que «los retos que ha tenido que enfrentar la Embajada de México en Perú en los últimos 16 días no han sido fáciles», pero aseguró que se han podido cumplir con los objetivos principales de la representación mexicana en la nación andina.
Desde que el Congreso limeño destituyera al presidente Pedro Castillo el 7 de diciembre, las tareas de la Embajada mexicana se han focalizado en tres, relató el funcionario durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La primera de ellas busca garantizar la seguridad de los connacionales en el país. La segunda, honrar la «tradición humanista» de México y brindar asilo a Castillo y a su familia. Y por último, dar seguimiento a la situación en Perú y expresar la preocupación del Gobierno de López Obrador sobre la coyuntura, «respetando las leyes» de la nación sudamericana.
Proteger y salvaguardar a los mexicanos
A propósito del primer punto, el diplomático indicó que desde el primer momento en que inició la crisis, se hizo un registro para ver cuántos turistas y residentes temporales y permanentes mexicanos se encontraban en el país sudamericano.
«Entramos en contacto con todas y cada una de las personas que se registraron y pudimos, pues eso, asistirlas en función de las necesidades», señaló.
La Embajada pudo ayudar a los ciudadanos mexicanos de manera más efectiva después de que el aeropuerto de Cusco reiniciara sus operaciones el 16 de diciembre. La asistencia consistió en apoyos económicos, brindar medicamentos y organizar los preparativos para que los ciudadanos pudieran regresar al país.
Hasta ahora, se le ha brindado asistencia a aproximadamente al 90 % de los mexicanos afectados, informó el funcionario. Además, detalló que alrededor de 500 personas se encuentran en proceso o ya han regresado a México, luego de que quedaran atrapadas por los bloqueos de carreteras, suspensión de vuelos y cierre de aeropuertos en Perú.
Honrar la política de asilo
Sobre el segundo punto, Monroy destacó que, en correspondencia con «la larga tradición de asilo de parte de México» para aquellas personas extranjeras que «tengan temor por su vida, por su integridad física o por su libertad», se pudo resguardar la seguridad de la esposa de Pedro Castillo, Lilia Paredes, y sus dos hijos, quienes desde el 8 de diciembre se protegieron en la Embajada, logrando salir de Perú a México como asilados el pasado martes.
«Una de las tradiciones más humanistas, más pacíficas, más nobles de la política exterior mexicana», destacó el embajador expulsado.
La delegación mexicana, sin embargo, no pudo asistir al exmandatario peruano, dado que fue detenido antes de poder llegar a pisar suelo consular.
«El presidente Castillo solicitó asilo. Por supuesto que había la disposición de México de ofrecerlo, pero bueno, fue capturado previo a que pudiera llegar a los locales de la Embajada», refirió el funcionario, quien resaltó que México «considera como sagrado el principio de presunción de inocencia». «Aquí nadie es culpable hasta que no se demuestre ello, así que hay que brindar esa protección», agregó.
La crisis en Perú y la preocupación de México
Con respecto al tercer objetivo, Monroy explicó que consiste en estar «muy atentos al desarrollo de la situación política» en Perú, manteniendo abiertos los canales de comunicación con todos los interlocutores y actores políticos involucrados, además de personas de otros sectores, para poder recabar información veraz y confiable sobre la coyuntura política en la nación.
«Logramos esos objetivos con la firme convicción y apostando siempre a la diplomacia y al diálogo como herramientas, como medios para manifestar las preocupaciones que tenemos, de manera respetuosa y sin intervenir en los asuntos internos, pero no dejar de manifestar preocupaciones legítimas que se tienen sobre una situación política como la que sucede en Perú», expresó el diplomático.
En este sentido, señaló que México está preocupado por las denuncias contra el Gobierno interino de Perú, las cuales reportan la violación de los derechos humanos en el país. En este sentido, detalló, México seguirá expresando sus consternación al respecto, si bien señaló que son las autoridades locales las que deben resolver si se han cometido abusos o no.
«Ha habido, como ustedes saben, muchas manifestaciones y movilizaciones en las que puede haber, en algunas situaciones, violaciones a derechos humanos. No nos corresponde a nosotros determinarlo, corresponde a las propias autoridades, pero sí hay preocupación sobre ello», informó.
Asimismo, indicó que en varios países hay consternación en torno a los procesos judiciales en Perú, dado que se han detectado algunas inconsistencias en las decisiones tomadas en la nación andina, como la eliminación del derecho de inmunidad de Pedro Castillo.
«El retiro de la inmunidad de la que gozan los presidentes en el Perú, este es un procedimiento que se llama antejuicio. Tiene que suceder un antejuicio para poderle retirar la inmunidad a los presidentes y entonces proceder a investigarlos y juzgarlos. Hay ciertas interrogantes sobre si esto se cumplió al pie de la letra», explicó.
El embajador expulsado también reiteró que México no interviene en los asuntos internos de ningún país, dado que es un principio rector de la política exterior de la nación, así como también lo es la promoción de los derechos humanos, por lo que no dejará de elevar la voz cuando se considere pertinente. «Hay que apostar al diálogo», reiteró.
López Obrador agradece el trabajo de Monroy
Por su parte, López Obrador agradeció la «destacada labor» de Pablo Monroy como embajador en Perú y resaltó que es un «orgullo el representar a México en una situación de conflicto y poner en alto el derecho de asilo». Además, señaló que es un honor que se le haya declarado a Monroy persona non grata «por estar cumpliendo la misión de salvar vidas y hacer valer» la política exterior.
«No está solo, ese es el mensaje para Pedro Castillo y para todos los ciudadanos del Perú», manifestó el mandatario, quien dijo que se continuará apoyando al presidente destituido, tal y como se hizo en su momento con Evo Morales.