La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dado un importante respaldo a Ely, la elefanta africana que habita en el Centro de Conservación de la Fauna Silvestre de San Juan de Aragón. En su reciente resolución, la corte confirmó que Ely vive en condiciones óptimas, libres de maltrato animal, y que no es necesario trasladarla a otro recinto, asegurando así su bienestar y protección.

Ely, quien fue rescatada de un circo en 2012, ha recibido atención especializada que ha mejorado significativamente su calidad de vida. En 2023, su hábitat fue ampliado para ofrecerle más espacio y oportunidades de exploración. Además, en septiembre de ese mismo año, recibió a Gipsy, otra elefanta africana, con quien ha desarrollado una relación armoniosa, promoviendo su bienestar emocional a través de la socialización. La llegada de Annie, otra elefanta rescatada en marzo de 2024, ha consolidado aún más esta nueva familia, asegurando un entorno social estable para Ely y sus compañeras.

La Segunda Sala de la SCJN dictaminó que «es procedente conceder el amparo y protección de la justicia federal», destacando la importancia de implementar medidas que garanticen el bienestar de Ely. Las autoridades ambientales, incluida la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), están coordinando esfuerzos con la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA) para vigilar y controlar las condiciones de vida de la elefanta, evitando cualquier posible afectación a su salud.

Con este fallo, la corte enfatiza que no existen elementos que indiquen maltrato hacia Ely, subrayando que las condiciones actuales son adecuadas para su bienestar. La SEDEMA reafirma su compromiso con la conservación de la fauna silvestre, garantizando un modelo de protección que respete y cuide a los animales.

El gobierno de la Ciudad de México continúa trabajando para asegurar la preservación de la vida silvestre, asegurando que Ely y sus compañeras puedan disfrutar de un entorno seguro y enriquecedor. Este compromiso no solo garantiza el bienestar de Ely, sino que también refleja un modelo de conservación que prioriza el respeto y la protección de todos los seres vivos.