En medio de una situación migratoria compleja, Elon Musk, el reconocido emprendedor detrás de SpaceX y Tesla, acudió a la frontera entre Texas y México, desatando opiniones variadas y reforzando el debate sobre la inmigración.
Musk, quien realizó su visita a Eagle Pass junto al congresista republicano Tony Gonzales, se autodenominó «extremadamente proinmigrante», abogando por un sistema de inmigración legal más robusto. Aunque resaltó la importancia de recibir a «trabajadores y honestos», mostró su desacuerdo en permitir la entrada a quienes «rompen la ley».
A través de una transmisión en vivo en la red social X, el magnate propuso «suavizar la migración legal» y frenar el ingreso ilegal. Estas declaraciones no pasaron desapercibidas para el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien celebró la visión de Musk y se unió al llamado de mejorar el sistema migratorio.
Sin embargo, la visita de Musk no se limitó a hablar únicamente de inmigración. También criticó la situación en Nueva York, donde la creciente llegada de personas ha puesto en jaque a las autoridades locales.
La cobertura mediática sobre la visita ha resaltado, principalmente, la postura proinmigrante de Musk y su petición de un sistema más inclusivo. Si bien la opinión pública en general no ha sido claramente definida, es indudable que la figura de Musk ha capturado la atención y podría influir en futuras discusiones y decisiones relacionadas con la migración.
La visita de Elon Musk a la frontera Texas-México, su postura proinmigrante y el eco en la administración mexicana marcan un momento relevante en el debate sobre la inmigración. El tiempo dirá si esta intervención logra influir en políticas y percepciones más amplias en ambos países.