La esperada Gigafactory de Tesla en Nuevo León podría quedarse en el limbo. La empresa ha decidido detener oficialmente sus planes, citando el temor a que Donald Trump cumpla con su amenaza de imponer aranceles a todos los autos fabricados en México. Este anuncio llega en un momento crítico, ya que Trump lidera las encuestas y podría convertirse nuevamente en el presidente de Estados Unidos.
En una reciente declaración recogida por El Universal durante la presentación de los resultados trimestrales de Tesla, Elon Musk expresó:
«Creo que tenemos que ver lo que pasa con la elección. Trump ha dicho que pondrá aranceles a los vehículos producidos en México. Así que no tiene sentido invertir mucho en México si eso va a pasar.»
Esta cautela de Tesla con sus inversiones es comprensible, especialmente después de anunciar una caída del 45% en sus ganancias trimestrales. Esta tendencia a la baja, que comenzó en el trimestre anterior, ha resultado en una disminución del 3% en el valor de las acciones de la compañía al cierre de esta publicación.
Impacto en los precios y la competencia No es coincidencia que los precios de los autos Tesla hayan aumentado recientemente. En Estados Unidos, los modelos S y X subieron 2,000 dólares, mientras que en México los precios se incrementaron en 115,000 pesos. Este ajuste, que pasó desapercibido para muchos debido a la falta de comunicación oficial, parece ser una medida para paliar las complicaciones financieras que enfrenta la empresa.
El temor a los aranceles también tiene sentido desde una perspectiva geopolítica. Un Estados Unidos liderado por Trump buscaría frenar el avance de empresas chinas como BYD, que tienen planes ambiciosos para establecerse en México. BYD, por ejemplo, tiene proyectos para construir una fábrica que generaría más del doble de empleos comparado con la planeada Gigafactory de Tesla.
Futuro incierto para Nuevo León y México A pesar de haber obtenido los permisos necesarios para la construcción de la Gigafactory, la incertidumbre en torno a las políticas de Trump ha frenado el avance de Tesla. Si Trump gana en noviembre, los 130 millones de pesos que Nuevo León había prometido para mejorar la infraestructura de la fábrica podrían resultar innecesarios, dejando a la región y a México con un vacío económico significativo.
La decisión de Musk es una señal de alerta para las automotrices que consideraban invertir en México. La realidad geopolítica sugiere que, aunque las promesas de inversión puedan sonar prometedoras, los riesgos asociados podrían desanimar a las empresas en el futuro cercano.