Los rumores sobre la salida de Elon Musk de su cargo en el gobierno de EE.UU. han sido desmentidos por la Casa Blanca. Según la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, el CEO de Tesla y SpaceX continuará en su rol dentro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) hasta completar su misión de recortar el gasto público y reducir la burocracia federal. Sin embargo, reportes de medios como Politico y ABC indicaban que el presidente Donald Trump habría informado a su gabinete sobre la posible renuncia de Musk en las próximas semanas.
Musk, quien asumió este cargo como «empleado especial del gobierno» con un mandato de 130 días, ha sido una figura clave en los esfuerzos de la administración Trump por reformar el aparato gubernamental. Su labor en DOGE ha estado enfocada en eliminar gastos innecesarios y agilizar los procesos burocráticos. A pesar de que su salida estaba programada para finales de mayo, la incertidumbre sobre su permanencia ha generado especulación en el ámbito político y financiero.
El impacto de estos rumores se reflejó en el mercado bursátil. Mientras que las acciones de empresas contratistas del gobierno subieron tras la noticia de su posible renuncia, las de Tesla experimentaron un comportamiento mixto. En las primeras horas de la jornada, cayeron más de un 6% debido a un informe de entregas del primer trimestre peor de lo esperado. No obstante, tras conocerse que Musk seguirá en su cargo, las acciones de Tesla repuntaron hasta un 3%.
Por otro lado, la influencia política de Musk y su alianza con Trump han sido cuestionadas después de un reciente revés electoral en Wisconsin. Musk apoyó financieramente la campaña de un juez conservador que aspiraba a la Corte Suprema del estado, pero fue derrotado por su rival progresista. Este resultado fue interpretado como una señal de debilitamiento del respaldo popular hacia las políticas promovidas por el expresidente y el empresario.
En el entorno político, la controversia sobre la permanencia de Musk en el gobierno también ha avivado las críticas sobre la participación de empresarios en la toma de decisiones públicas. Organizaciones y opositores a Trump han señalado que figuras como Musk pueden representar conflictos de interés al mezclar sus negocios privados con responsabilidades gubernamentales. A pesar de ello, Trump ha reiterado su confianza en Musk, asegurando que su visión es clave para la transformación del sector público.
Aunque la Casa Blanca insiste en que Musk seguirá en su cargo hasta que su labor en DOGE esté concluida, el empresario no ha dado declaraciones al respecto. Su silencio, sumado a la incertidumbre política en EE.UU., mantiene la atención puesta en lo que será su siguiente movimiento, ya sea dentro o fuera del gobierno.
