Ciudad de México, 23 de octubre de 2024. — A solo unas semanas de que los estadounidenses acudan a las urnas, en México hay quienes ya comienzan a sentir los efectos de esta elección presidencial, y uno de esos personajes clave es Verónica Ortiz, abogada y analista política. Durante su participación en Norte Económico, el podcast de Grupo Financiero Banorte, Ortiz pintó un escenario en el que México no puede darse el lujo de estar desprevenido, ya que, sin importar quién gane, tanto Donald Trump como Kamala Harris traen bajo el brazo políticas que ejercerán presión sobre temas cruciales: comercio, migración y seguridad.
Para comenzar, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) será una de las primeras batallas en la mesa en 2026, y el resultado de estas elecciones podría marcar el tono de esa revisión. Por un lado, Trump, con su habitual inclinación proteccionista, podría insistir en una renegociación del T-MEC, volviendo a su afán de establecer acuerdos bilaterales. Por otro lado, Harris, que en 2020 se opuso al tratado, podría poner la lupa en temas como la protección laboral y el cambio climático, buscando ajustes que obliguen a México a adaptarse a nuevas normativas.
“Renegociar el T-MEC sería el peor escenario para México”, afirmó Ortiz con claridad. La analista dejó entrever que México debe estar bien preparado para este proceso, haciendo valer sus propios intereses en la revisión del tratado, y asegurándose de no perder terreno frente a sus vecinos del norte.
En cuanto a la migración, el panorama no es más alentador. Trump ha sido explícito en sus planes de deportaciones masivas y un cierre más estricto de las fronteras. Esto, según Ortiz, ha obligado a la administración Biden-Harris a endurecer su política migratoria. Harris, como parte de la fórmula demócrata, ha apoyado controles más estrictos sobre el asilo y la migración, lo cual podría significar tiempos difíciles para los migrantes y las relaciones entre ambos países.
El tema de la seguridad tampoco escapa de este análisis. Ortiz mencionó cómo el narcotráfico, particularmente la crisis del fentanilo, se ha convertido en una prioridad para los Estados Unidos. Aunque la administración de Biden ha mostrado disposición para actuar, incluso sin la cooperación de México, la captura de grandes narcotraficantes como “El Chapo” y «El Mayo» Zambada marca una postura firme que no cambiará, gane quien gane en noviembre.
Este 5 de noviembre no solo se elegirá al próximo presidente de los EE.UU., también se votará por la vicepresidencia, el Senado y la Cámara de Representantes. Si los republicanos toman el control, especialmente con Trump en la Casa Blanca, México deberá ajustar sus expectativas. “No podemos suponer que las cosas seguirán igual”, advirtió Ortiz.
El mensaje es claro: México necesita prepararse para lo que venga. Las elecciones en Estados Unidos, más allá de sus fronteras, siempre han tenido un impacto directo en el país, y esta no será la excepción.