En la carrera hacia las elecciones presidenciales de 2024 en México, los candidatos enfrentan no solo una batalla en las calles y foros tradicionales, sino también un desafío sin precedentes en el ámbito digital. Las redes sociales se han convertido en el nuevo campo de batalla donde candidatos como Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum buscan ganarse el favor del electorado joven, mientras lidian con una oleada de desinformación impulsada por bots y trolls.
Los partidos políticos han alzado la voz contra campañas de desprestigio que utilizan estas herramientas digitales para difundir mensajes de odio y noticias falsas. La organización «Lo Que Sigue» ha identificado operaciones coordinadas que buscan manipular la opinión pública y alterar la narrativa en redes sociales, afectando principalmente a los candidatos del bloque opositor y Movimiento Ciudadano.
Este fenómeno no es exclusivo de México. A nivel global, el Foro Económico Mundial advierte sobre la polarización social como uno de los principales riesgos, destacando el papel de la desinformación en la profundización de divisiones sociales y políticas. La elección de 2024, en la que participarán millones de mexicanos, se ve amenazada por actores que buscan socavar la legitimidad de los gobiernos a través de la manipulación informativa.
Los estrategas de campaña están conscientes del poder de la inteligencia artificial para afinar sus mensajes y estrategias de comunicación. Sin embargo, también reconocen el peligro de emplear estas tecnologías para fines negativos. El despliegue de bots y cyborgs en plataformas como X puede intensificar la polarización política, reforzando campañas de desprestigio contra adversarios políticos.
Los candidatos y sus equipos han denunciado ataques coordinados y el uso de cuentas falsas para socavar su credibilidad. Estos esfuerzos de desinformación no solo buscan influir en la percepción pública sino también en el resultado de las elecciones, representando una seria amenaza para la integridad del proceso electoral.
Las plataformas digitales como Meta han registrado un incremento significativo en el gasto de publicidad relacionada con las campañas, sumando cientos de miles de pesos en anuncios. Tanto Sheinbaum como Gálvez han invertido en promover sus plataformas de campaña a través de estos medios, mientras que Jorge Álvarez Máynez se ha distinguido por pagar directamente sus anuncios, buscando una conexión genuina con el electorado.
Los expertos advierten sobre la sobrevaloración del impacto de las redes sociales en los resultados electorales, subrayando la importancia de una comunicación responsable y auténtica por parte de los candidatos. La capacidad de los candidatos para adaptarse al lenguaje específico de cada plataforma será clave para alcanzar y convencer a los votantes en un entorno cada vez más digitalizado.