Un reciente estudio ha desafiado la creencia común de que los problemas de salud mental son el principal detonante de las muertes por armas de fuego en Estados Unidos. En cambio, los investigadores han señalado al acceso generalizado a las armas como el verdadero impulsor de esta crisis. Según el estudio publicado en la revista PLOS One, Estados Unidos presenta una tasa de mortalidad por armas de fuego 20 veces mayor que la de otros 40 países con características demográficas similares, a pesar de compartir la misma carga de trastornos de salud mental.
El estudio, liderado por el Dr. Archie Bleyer, profesor de investigación clínica en la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, mostró que las muertes por armas de fuego en EE.UU. han aumentado un 23% desde el año 2000. En ese mismo periodo, países comparables lograron reducir sus muertes por armas de fuego en un 27%, a pesar de contar con tasas iguales o superiores de problemas de salud mental.
Una de las conclusiones más reveladoras del estudio es que, mientras la salud mental es un tema importante, no explica la alarmante tasa de mortalidad por armas de fuego en EE.UU. Según los investigadores, el verdadero problema radica en la facilidad con la que los ciudadanos pueden acceder a las armas de fuego. Estados Unidos, con solo el 4% de la población mundial, posee casi el 25% de las armas de fuego del planeta, una cifra que contribuye significativamente a la alta mortalidad en tiroteos y suicidios.
“En otros países, a pesar de tener problemas de salud mental similares, las muertes por armas de fuego han disminuido», explicó Bleyer. «En cambio, en Estados Unidos hemos llevado nuestros problemas al extremo, facilitando el acceso a las armas».
Es importante destacar que el estudio no minimiza la crisis de salud mental en el país. Bleyer reconoció que Estados Unidos enfrenta serios problemas en ese ámbito, incluyendo la falta de acceso a tratamiento adecuado. Sin embargo, subrayó que la solución para reducir las muertes por armas de fuego pasa por controlar el acceso a ellas, más que por centrarse exclusivamente en los trastornos de salud mental.
Este estudio pone en la mira el debate sobre la regulación de armas en Estados Unidos, ofreciendo una perspectiva clara: la alta disponibilidad de armas es el factor clave detrás de la epidemia de muertes por armas de fuego, más allá de la crisis de salud mental.