En el marco de su séptimo mes desde su inauguración, el Proyecto del Tren Maya, emblemático para el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha marcado un trayecto tumultuoso y lleno de desafíos. Este ambicioso proyecto, que abarca 1,554 kilómetros y atraviesa cinco estados mexicanos y 36 municipios, ha sido centro de controversias desde su inicio.
Durante la última Mañanera presidencial, se destacó que, a pesar de los contratiempos iniciales que incluyeron fallas operativas, retrasos y críticas por el impacto ambiental en la selva, el Tren Maya ha logrado transportar casi 400,000 pasajeros desde su apertura el 16 de diciembre. Este número equivale a aproximadamente 2.6 veces la capacidad del Estadio Azteca.
El proyecto también ha incluido desarrollos significativos a lo largo de su ruta, con la construcción de tres parques, seis hoteles y cuatro aeropuertos que buscan potenciar el turismo regional.
Uno de los aspectos resaltados durante la conferencia fue la introducción del Tren Restaurante, un nuevo servicio que está comenzando a operar. Este servicio incluye ocho trenes con cuatro coches, impulsados tanto por motores diésel como eléctricos, diseñados para mejorar la experiencia de los pasajeros.
En cuanto a los aspectos arqueológicos, Diego Prieto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que se han completado los trabajos de salvamento en varias zonas, con un progreso del 100% en la investigación y conservación en Palenque, Chiapas, y un avance del 92.3% en los trabajos de infraestructura en la misma área. Sin embargo, el Museo de Sitio Alberto Ruz L’hullier muestra un avance del 35%, destacando los desafíos continuos que enfrenta el proyecto en términos de conservación cultural y patrimonial.
El Tren Maya, con sus ambiciones turísticas y sus impactos ambientales y culturales, continúa siendo objeto de atención y crítica tanto a nivel nacional como internacional, reflejando un compromiso constante con el desarrollo regional y la sostenibilidad ambiental en México.