El trabajo híbrido ha llegado para quedarse, pero no se trata solo de decidir cuándo ir a la oficina y cuándo quedarse en casa. Dolores Fernández Lobbe, vicepresidenta senior de compras e-commerce en Walmart de México, ha liderado equipos sin conocer a muchos de sus colaboradores en persona. Esta experiencia le ha enseñado que, aunque la flexibilidad del trabajo remoto es valiosa, el contacto presencial sigue siendo crucial para la colaboración efectiva y la construcción de equipos sólidos.
Según datos de Gallup, el 53% de los trabajadores que pueden trabajar de forma remota son híbridos en algún grado. Sin embargo, para que este esquema sea realmente efectivo, las organizaciones deben crear estrategias que optimicen el trabajo en equipo sin importar dónde esté cada persona. Aquí te presentamos algunas de las mejores prácticas para lograrlo:
La consultora Gallup identificó que la mitad de los trabajadores híbridos no cuenta con un plan para coordinar su trabajo en equipo. Los equipos más productivos establecen estatutos internos que definen cómo trabajar juntos de manera efectiva, alinean expectativas y aseguran que la flexibilidad individual no opaque las necesidades colectivas. Con un plan estructurado, los empleados tienen 2.2 veces más probabilidades de percibir la política híbrida como un factor positivo para la colaboración, un 66% más de compromiso con su trabajo y un 29% menos posibilidades de sufrir agotamiento.
La comunicación es el pegamento que mantiene unido a un equipo, y en el trabajo híbrido se necesita más que nunca. Según Gallup, el 67% de los trabajadores en esquemas mixtos considera que las reuniones de chequeo periódicas son la mejor forma de coordinar esfuerzos. Salvador de Antuñano, director de Recursos Humanos de Adecco México, asegura que en su caso crearon la política interna “Oficina con propósito”, donde cada empleado establece su hoja de ruta junto con su líder para determinar cuándo ir a la oficina y para ejecutar qué tarea que amerite la presencialidad.
El trabajo híbrido no es un sistema estático. Para que funcione de verdad, los equipos deben evaluar periódicamente su desempeño y hacer ajustes según sea necesario. Gallup encontró que aquellos equipos que tienen debates frecuentes sobre cómo mejorar su trabajo en equipo muestran un 84% más de colaboración y un 50% más de compromiso. La solución está en implementar espacios de retroalimentación constructiva donde se analice qué está funcionando y qué necesita mejorarse.
Aunque cada vez más empresas adoptan el trabajo híbrido, solo el 21% de los empleados ha recibido capacitación sobre cómo ser realmente productivo en este modelo. Los equipos efectivos, además de trazar reglas y estrategias, invierten en habilidades de organización, comunicación y colaboración. Un líder capacitado puede generar hasta cuatro veces más compromiso y bienestar en su equipo.