La magia del pasado vuelve a cobrar vida en el Edificio I de la Zona Arqueológica El Tajín, gracias a una nueva campaña de conservación liderada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) bajo la coordinación de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. Desde 2021, este monumento prehispánico, que data del siglo X, ha sido sometido a cuidados intensivos para remediar los daños provocados por el huracán Grace y un incendio vandálico en 2022.
Los expertos en restauración, arqueología y otras disciplinas, junto con ayudantes locales, trabajan arduamente para preservar los murales, tableros y demás elementos decorativos únicos de El Tajín. Este esfuerzo se enmarca en una larga tradición de cuidado y protección que comenzó con los primeros trabajos de Agustín García Vega y José García Payón en la década de 1930, y que fue reforzada durante el Proyecto Tajín (1991-1992) dirigido por Jüergen Brüggemann.
El Edificio I, situado al norte de la icónica Pirámide de los Nichos, no solo es un testimonio de la riqueza cultural de El Tajín, sino que también es objeto de una renovación integral que incluye la reposición de la cubierta y la fumigación contra plagas. La reciente intervención también ha abarcado la restauración de los murales y decoraciones que atestiguan las cinco fases constructivas del edificio.
Es importante aclarar que el mantenimiento y la protección de las pinturas murales no es una novedad, como algunos han sugerido. Desde hace años, el INAH ha estado comprometido con la conservación de estos tesoros culturales, garantizando su preservación para las futuras generaciones.
Con esta nueva fase de restauración, El Tajín continúa siendo un faro de la riqueza histórica y cultural de México, iluminando el pasado con el trabajo meticuloso y la pasión de quienes dedican su vida a la preservación de nuestro patrimonio.