Por Juan Pablo Ojeda
La política mexicana, a veces tan complicada, puede resultar difícil de entender para quienes no están muy metidos en el tema, pero vamos a tratar de explicarlo de manera sencilla. Recientemente, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, celebró una decisión importante tomada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Esta determinación ordena que sea la Mesa Directiva del Senado la encargada de decidir quién sustituirá al Comité de Evaluación del Poder Judicial (CEPJ), el cual había iniciado un proceso para seleccionar a nuevos jueces y magistrados, pero que se suspendió hace poco.
Pero, ¿qué significa esto realmente? Básicamente, se trata de elegir a los nuevos integrantes del Poder Judicial, algo clave para el funcionamiento del sistema de justicia en el país. Para evitar que el proceso se detuviera por completo, el Tribunal Electoral dio una orden: la Mesa Directiva, que está compuesta por varios senadores, debe hacerse cargo de elegir a las personas que se encargarán de la selección, por lo menos hasta que el Comité de Evaluación termine su trabajo.
Fernández Noroña, quien preside esta Mesa Directiva, propuso algo bastante curioso: hacer un sorteo, como una tómbola, para seleccionar a los nuevos aspirantes. Según él, esto serviría para ganar tiempo mientras el Comité de Evaluación sigue trabajando. La idea sería que la insaculación, o el proceso de selección al azar, sea realizado por los miembros de la Mesa Directiva. Esto les daría espacio para que el Comité de Evaluación continúe con su propio proceso, que también incluye la selección de candidatos.
Este tipo de propuesta no es algo tan común en la política mexicana, pero Fernández Noroña argumenta que es lo más sensato. En sus palabras, si alguien decide impugnar el proceso, lo que debería impugnarse es el trabajo que se haya hecho de manera incorrecta, no el hecho de que se haya utilizado una tómbola. En resumen, la propuesta de Noroña es garantizar que el proceso continúe de manera rápida y transparente, sin más retrasos.
En este momento, la Mesa Directiva del Senado está conformada por varios senadores, entre ellos Noroña, y la mayoría de los miembros pertenecen a los partidos Morena, PT y PVEM, lo que les da el control de las decisiones. Esto podría facilitar que se apruebe la propuesta, aunque aún falta que se discuta y se llegue a un acuerdo final.
Pero lo que realmente ordenó el TEPJF en este caso es que la Mesa Directiva debe actuar rápido. El Tribunal les dio un plazo de 24 horas para que establezcan todas las reglas necesarias para que el sorteo se realice de manera pública. Además, el Tribunal pidió que se incluya a todas las personas que hayan cumplido con los requisitos para ser candidatos, un listado que, según Noroña, podría llegar a casi 600 personas.
Por si fuera poco, también se les dio a los senadores una especie de «plan B». Si la Suprema Corte de Justicia no aprueba las ternas (los grupos de candidatos seleccionados), el Senado podría enviar directamente las candidaturas al Instituto Nacional Electoral (INE), para que este organismo continúe con el proceso.
Este tipo de decisiones tienen mucho peso en la política del país, ya que son fundamentales para garantizar que los jueces y magistrados del país sean seleccionados de manera transparente y justa. Sin embargo, el proceso aún está en sus primeras etapas, y habrá que esperar para ver cómo se desarrolla todo.