Por Juan Pablo Ojeda
En un nuevo capítulo de tensiones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha calificado la reciente decisión de liberar al exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, como un “sabadazo” más por parte del Poder Judicial. Esta acusación se suma a un histórico de críticas que el mandatario ha dirigido contra el sistema judicial.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador no escatimó en reproches. “El caso reciente del fin de semana, otro sabadazo, de un juez o una jueza que le está dando libertad al señor Marín, que fue gobernador de Puebla, ya dio la orden de que se libere. Un juez”, manifestó el presidente con desdén.
La orden de prisión domiciliaria dictada por la jueza Angélica Ortuño Suárez de Quintana Roo, en la que Mario Marín deberá portar un brazalete localizador y pagar una fianza de 100 mil pesos, ha causado una ola de reacciones. Marín, acusado de tortura hacia la periodista Lydia Cacho por su valiente investigación sobre una red de pederastia en México, sigue siendo un personaje controversial en el panorama político y judicial del país.
Lydia Cacho, cuya denuncia fue clave para la detención de Marín, ha expresado su preocupación y descontento con la decisión de la jueza Ortuño Suárez. La periodista aseguró que cualquier incidente que afecte a ella, a sus testigos o a su familia será responsabilidad de la jueza, a quien calificó de haber liberado a un “preso peligroso”.
López Obrador no se detuvo en el simple reproche. En su crítica, el presidente vinculó la liberación de Marín con una supuesta complicidad en el fraude electoral de 2006. Según el mandatario, Marín habría colaborado con sus adversarios políticos para inclinar la balanza a favor del entonces candidato del PAN, Felipe Calderón. López Obrador argumentó que, una vez que Marín asistió en el presunto fraude, los enemigos políticos de Calderón se habrían beneficiado al proteger al exgobernador, resultando en su posterior exoneración.
“¿Saben qué hacían estos, porque son lo mismo sobre todo en pensamiento? Protegían al señor Marín y sane por qué lo protegían, porque el señor Marín les ayudó en el fraude electoral de 2006”, acusó López Obrador. El mandatario afirmó que el cambio de actitud hacia Marín refleja un patrón de favoritismo judicial que, a su juicio, ha persistido en la historia reciente del país.
El presidente concluyó su discurso reiterando su postura de que la reforma del Poder Judicial es esencial para combatir este tipo de irregularidades. “Por eso no quieren que se reforme el Poder Judicial, pero eso es una cuestión vamos a decir rutinaria, ya hemos aquí demostrado cómo aplican los sabadazos y este es otro sabadazo”, destacó.
Esta situación refleja una vez más la profunda fricción entre el gobierno actual y las instituciones judiciales en México, mientras el país enfrenta un momento crucial para la reforma de su sistema de justicia. La discusión sobre la independencia judicial y la transparencia continuará siendo un tema central en el debate político nacional.