El rey Carlos III del Reino Unido expresó este sábado su profunda conmoción y tristeza ante el devastador terremoto que azotó Birmania (Myanmar) la víspera, dejando un saldo trágico de al menos mil 644 muertos. A través de un mensaje en las redes sociales, el monarca británico, acompañado por su esposa Camila, compartió su pesar por la catástrofe y extendió sus condolencias a las víctimas y a sus familias.

El mensaje firmado por el soberano destacó la magnitud de la tragedia y las pérdidas que ha sufrido el pueblo birmano. “Mi esposa y yo nos sentimos profundamente conmocionados y entristecidos al enterarnos del devastador terremoto en Myanmar, con una trágica pérdida de vidas y terribles daños a viviendas, edificios y medios de subsistencia, así como la destrucción de pagodas sagradas, monasterios y otros lugares de culto”, escribió Carlos III.

El monarca también hizo un reconocimiento a la resiliencia y el espíritu del pueblo birmano. “Sé que el pueblo de Myanmar sigue soportando muchas dificultades y tragedias en sus vidas, y desde hace mucho admiro su extraordinaria resiliencia y espíritu”, agregó en su mensaje.

El soberano británico también envió sus más sinceras condolencias a las personas que han perdido a sus seres queridos y a quienes han visto destruidos sus hogares y medios de vida. “En estos momentos tan difíciles y desgarradores, mi esposa y yo enviamos nuestro más sentido pésame a todos aquellos que han sufrido la profunda tragedia de perder a sus seres queridos, sus hogares y sus preciados medios de vida”, concluyó.

El terremoto de magnitud 7.7, que tuvo lugar el viernes en el centro-norte de Birmania, dejó además más de 3 mil 400 personas heridas y 139 desaparecidas. Las labores de rescate continúan a medida que los equipos trabajan para localizar sobrevivientes entre los escombros. La junta militar birmana ha confirmado el número de víctimas hasta el momento.

Cabe señalar que, en medio de este momento de profunda conmoción, el rey Carlos III, quien está recibiendo tratamiento oncológico, apareció en público el viernes por primera vez desde su ingreso el jueves en una clínica londinense debido a efectos secundarios relacionados con su tratamiento contra el cáncer.