A pesar de que en México la educación de calidad y gratuita es un derecho fundamental, la realidad de la educación superior en el país presenta un panorama desafiante. Según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) actualizados al 31 de diciembre de 2022, el acceso a la educación superior se ha vuelto un privilegio para muchos.
Durante los últimos años, el número de estudiantes en todos los niveles educativos ha ido disminuyendo. En 2019, se contabilizaron 25 millones 253 mil 306 alumnos, pero para el ciclo escolar 2021-2022, esta cifra había descendido a 24 millones 113 mil 780. Estos datos revelan que, a medida que los estudiantes avanzan en su educación, el acceso a la educación superior se convierte en un desafío cada vez mayor.
En niveles como educación primaria y secundaria, México muestra un buen desempeño, con tasas de finalización por encima del 85 por ciento, especialmente en la educación primaria, donde la deserción es inferior al 1 por ciento y la tasa de finalización se acerca al 97 por ciento. Sin embargo, la situación cambia drásticamente en la preparatoria, donde la deserción aumenta y la eficiencia terminal disminuye.
Durante el ciclo escolar 2021-2022, aproximadamente el 9 por ciento de los estudiantes inscritos abandonaron la preparatoria, y solo el 63.6 por ciento completó su educación media superior.
La barrera para acceder a la educación superior se acentúa debido a la falta de infraestructura, docentes y cobertura. Según las estadísticas de la SEP, en 2022 existían 8 mil 539 escuelas de nivel superior, de las cuales 5 mil 542 eran públicas. El número total de estudiantes en instituciones públicas de nivel superior alcanzaba los 3 millones 252 mil 074 alumnos.
Sin embargo, la cobertura en el nivel de educación superior en instituciones públicas es apenas del 30 por ciento a nivel nacional. Además, se estima que el 12.1 por ciento de los estudiantes que ingresan a este nivel educativo obtienen calificaciones reprobatorias en su primer año, ya sea debido a la falta de preparación en grados anteriores o a las ausencias.
La inversión en educación en México sigue siendo insuficiente, ya que el gobierno destina menos recursos de los recomendados internacionalmente. Según datos de la OCDE, México gasta menos de 5 mil dólares anuales por estudiante, y el promedio de gasto federal por estudiante en el ciclo escolar 2021-2022 fue de 27 mil 600 pesos o mil 533 dólares. A pesar de esta realidad, el presupuesto propuesto para la educación en 2024 apenas representa un aumento del 1 por ciento con respecto a 2023.
Eduardo Backhoff, presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa A.C., critica el enfoque populista del gobierno en la educación, que prioriza las becas y las universidades Benito Juárez en lugar de la calidad educativa. Backhoff señala que el gobierno debería centrarse en brindar una formación de calidad que fomente la innovación y el desarrollo tecnológico en el país.
La falta de inversión adecuada en la educación y un enfoque que no promueve la excelencia académica plantean desafíos significativos para el sistema educativo mexicano y el acceso a la educación superior en el país.